sábado, 12 de mayo de 2012
Minuto de silencio en Jerez
Ayer por la tarde, los toreros tenían pactado hacer un minuto de silencio. La cosa, medio promovida por Curro Vázquez, hablada con el empresario y apoderado en el día de ayer, se hizo patente. Se homenajearía con minuto de silencio la cercana muerte, el pasado diciembre, de la señora presidenta de la plaza, doña Clara Montaño.
Está bien que la peña esté en sock momentáneo por la fatal muerte de Don Salvador García Cebada (padre), pero como siempre, de indocumentados está el mundo, de gente que no hace la tarea. Y ese minuto de silencio programado para homenaje a la señora Presidenta, la que tenía arrestos para enfrentarse a lo que no le cuadrara, y que era muchísimo en el coso de la calle Circo, aquella a la que el personal orejero de la plaza le mandaba a vender condones, por ser boticaria, cuando no concedía los esportones de carne en pelúas que por allá regalan.
Baste decir, querida amiga, que te seguimos teniendo muy presente, y que nos acordamos de tí, y que sabemos que el minuto era para tí, compartido por circunstancias con Don Salvador. Y sé que no te importará. Al contrario, con orgullo lo habrás sentido, dada tu devoción por tal criador. Y además, sabías de mi amor casi fraterno con el bueno de Paterna, al que por cierto, como ganadero de la tierra no le entraba en la cabeza no lidiar en Jerez. Aún recuerdo cuando le conseguiste, en tu último año de presidenta, un sitio especial en el callejón, que el hombre estaba achuchadete, y no se manejaba entonces bien para deambular por escaleras y hormigón.
Aún miro fotos como esta en casa de los Miura, donde Cristina y Toto nos dieron un pequeño homenaje, y te veo, rubia, radiante y feliz.
Te hecho de menos, amiga. Siempre en nuestro corazón.
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