martes, 12 de junio de 2012

UNIVERSAL COMO EL TORO



Algún infame, vestido de anónimo, ha vertido verdaderas idioteces sobre mi persona en mi propio blog, y como era anónimo, más que por la calenturas que decía, lo he eliminado. Es la primera vez que lo hago, porque suelo aguantar de todo, pero que me tachen de cosas que no soy, y que me infamen sin dar nombre no es de recibo. Y si hubiera dado nombre, me hubiera ido al juzgado y puesto una querella por infamias y calumnias.

Dicho esto, quiero dejar claras dos cosas, debido a la ignorancia que se convierte en ignominia por mor de un odio que algunos profesan, y que quieren siempre desviar hacia otros.

Lo primero, cuando digo que Pamplona es especial en el anterior post, lo digo porque el tratamiento del reglamento navarro de 1.992 lo trata así. Y en Navarra está Pamplona y luego el resto de plazas. Y Pamplona es Pamplona y a todos los efectos (puyas, caballos, entradas al picador, veterinarios, sueldos y salarios de peones, toreros de plata, areneros.......) será tratada como plaza de primera según el reglamento nacional. Y el resto las asimila a las plazas de tercera del reglamento nacional. Esto es lo que dice, para bien o para mal. Ahora mismo está en periodo de modificación, y no sabemos si cambiarán estos términos. Aunque todo apunta a un reglamento con pocos guiños al aficionado y mucha autoridad.
Y el que quiera entenderlo así que lo asuma, porque resulta, que mucha democracia, mucha nación unida, pero respetamos todos lo que nos sale de los cojones.

Y en segundo lugar, creo que hay que ser muy ignorante para aborrecer la historia y prehistoria del Toro, y no entenderlo como animal único y universal, que no es de nadie, ni de los andaluces, ni de los madrileños, ni de los navarros, porque cuando no existían ninguno de estos pueblos, ese ser ya era un dios en muchas culturas de pueblos lejanos. Incluso arrogarse como Fiesta Nacional como hacen en España o en Méjico, es algo arrogante para un rito que no tiene fronteras. Y de iletrados soberbios no darse cuenta que hace menos de doscientos años habían corridas similares a las de la Villa y Corte en ciudades como Londres o París, con las mismas connotaciones y efemérides festivas del santoral. Otros se agarran a la tradición de los reyes españoles, y resulta que los siglos XVIII y XIX (hasta la campechana Isabel II) son momentos en que desde el Corte borbónica, se intenta eliminar este rito. Ya lo harán en Francia e Inglaterra. En Italia, un borbón, rey español, pero antes de Nápoles acaba con esos espantosos rituales. Sin embargo, hoy en día aun quedan juegos con toros en el país transalpino.
Y hablar de nazi-onalismos es odioso para los toros. Porque los ismos son odiosos. Todos. No fomentan la solidaridad, el respeto, el trabajo en común entre los pueblos. Buscan guerra, diferenciación, contienda. Y mentiras políticas llenan los libros de historia para bien de algunos y mal de los de siempre. Y esto es un error para los toros. Y cuando un pueblo vive entre paredes, y continuamente engañado con lo que nos dictan desde los púlpitos, se acaban ritos como el nuestro. Rito que defiendo como religión trimilenaria, y que ha ido evolucionando en sus formas de juegos entre el dios y el sacerdote humano. Y no se sabe dónde y cuándo se produjo la primera muerte del toro en un rito, pero señalan los antropólogos lugares lejanos y fechas anteriores a los pueblos hispanos. De la península prehispánica se sabe de la existencia de los ritos, pero parecen traídos por pueblos africanos, y sobre todo del oriente del Mediterráneo, cuando ya se había combatido con el dios Toro en el medio y lejano oriente.
Muchos buscan dónde fue el primer encierro, dónde la primera corrida, precursora del rito actual, y seguro, seguro, que no fue en la península ibérica, por tanto España no es la inventora de esto. Y cuando ocurren estas efemérides en época de los romanos, o en época de los visigodos, no dan constancia de prácticas con trapos y espadas de hombres a solas frente al toro, así como las tenemos de peleas con perros, grupos de hombres con lanzas, acorralamientos y demás rituales.
Como al final todo se escribe, y escriben en esas épocas tan oscuras de la raza humana, los pocos que saben y a las órdenes de Dios o de los reyes, que lo son por la gracia de Dios, los datos dan como resultado que la palabra matatoros aparece por primera vez en la corte de Navarra, en festejos en honor del Rey. Y en tiempos posteriores se da por hecho que se llevan siglos realizándose así en esas tierras. Pero, nunca se sabe, cómo aparecieron, y de dónde surgieron, porque inventar, inventar, muy poca gente es capaz de tal. Lo normal sería copiar de algo, o de alguien. Yo no estuve, y no conozco a nadie que me lo diga de primera mano. Simplemente se lo que dicen los libros.
Pero también sé, que la orografía de esta tierra, agreste, difícil y dura, no permite el juego con el toro al caballo, el alanceo, el acoso y derribo, porque aquí, de tiempos inmemoriales y a día de hoy igual, al toro se pastorea. Es decir, se maneja a pie. Y de las razas descendientes del uro europeo, en Navarra existen tres, la casta navarra, la betizu y la pirenaica. La primera, salvaje domesticada para el rito, la segunda, salvaje y libre, hoy en zonas cercadas, y la tercera, domesticada para labores y rancho del humano. ¿Que pueden estar mezcladas? Seguro. Sabemos que las dos primeras tienen cercanía en estudios biológicos y bioquímicos.
¿Que es orgullo decir estas cosas? No. Soy una persona que cree que el nacimiento es un mero accidente, y no estoy aquí por gracia divina, sino por la transmisión generacional de mis ancestros, y me ha tocado esta tierra. Si fuese el amigo y profesor Gil de Sevilla pues estaría con José Rufino buscando los caracteres de la casta jijona en sus reses, y si fuese el amigo Sotelino de Jerez buscaría los ancestros de los toros cartujanos y su adn africano, o sería 'domecq', y si fuese el amigo Cañamero de Salamanca igual buscaba el porqué los toros del Raso del Portillo no tuvieron progresión como otras razas, o estaría en busca del último Graziliano perdido, y si fuera el amigo Cabrera de Madrid haría lo mismo que él hace, que ya es mucho. Como montañés, de la muga, que decimos aquí, he tenido buen trato con todo tipo de vecino, euskaldun francés o navarro, y por la suerte de haber tenido un padre trabajador he podido viajar por todo el globo, aprendiendo de todos, respetando todas sus tradiciones, aliementando mi vida. Y no. No soy nacionalista. Pero de nada. Porque no me considero ni europeísta, ni españolista, ni vasquista, ni navarrista ni gilipollista. Soy una consecuencia de la evolución del planeta Tierra que ama el ganado de lidia y su rito.

1 comentario:

  1. Merito tienes ,Patxi...de verdad,lamentable lo de cierta gente.
    No te quemes y sigue contándonos tus historias,te lo agradecemos..

    Cambiando de tema..por que no..Cuadris o Ibanes por Iruña ?

    Besarkada bat.

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