viernes, 20 de julio de 2012

Diario de Sanfermines 2.012 (V)


El 6 de Julio llegaba con día y medio andado ya. Es un día peligroso. El que más miedo me daba los últimos catorce años, ya que si te desmadras un pelín por la mañana, los rejones, y los días posteriores, trabajando en labores informativas se podían hacer muy duros. Pero, no era el caso de este año.

La mañana comenzó junto al patio de caballos de la plaza. A eso de las nueve y diez, Galán y Pablo tenían ya sus camiones colocados, y empezando a trabajar con los 'zaldis' en su limpieza, movimiento y demás. Todo un espectáculo el que dan durante las horas previas al festejo y que llenan los arrabales de las plazas de mirones. A esa hora, salvo un menda, nadie estaba cerca de ellos. Y de ahí al almuerzo. Un año más, sin familia este, almorzamos en la calle del Lar Gallego. Viejos conocidos, amigos que vemos de año en año nos citamos allí para dar buen comienzo a la fiesta, es decir, con el estómago lleno, para que a las doce del mediodía, cerca de la plaza de toros, que ya más adentro nos da temor, brindar con un buen champán el inicio de las fiestas, o del año como dicen por aquí. Rápidamente recibo mensajes de mi compadre Pepe, que desde Jerez de la Frontera sigue el ambiente, y no puede estar junto a mí, junto a nosotros. Y la primera lágrima del día vuela pensando en nuestra Clara, en el primer chupinazo que no ve. Mi corazón está con ellos. Y con mi familia que se han quedado en el pueblo.

Vuelta copera, y al apartado, mejor, sorteo y solicitud de una entrada. Y es que no hay billetes, y como siempre, alguien a última hora viene a pedir imposibles. Más vale que Miguel Criado estuvo 'chapeau' y me proporcionó una entrada profesional para mí, y cedí la mía al peticionario.

Poteo con pintxos, que el estómago agradece, sobremesa hablando de lo nuestro, y que me voy a los toros con Carlos Notario, que su mujer no ha subido, sobrándome la entrada profesional. Y a los toros, que hoy está el Señor de los Caballos. Y también Galán. Y también mi querido Roberto. Mala corrida en su primera parte del Capea. En la segunda, sin ser de nota quedó en aceptable, y allí los caballeros hicieron valer sus artes. Y ya no entro si tenían que haber salido por la puerta los tres, o ninguno. Estoy de fiesta. No critico. Disfruto. Y me emocioné, y lloré. Ver salir a Javi, el colega de Roberto Armendáriz al ruedo porque su torero le brinda la muerte del sexto fue increíble para personas que conocemos la trayectoria y lucha del muchacho de Noáin. ¿Qué harías sin Javi? Lleva las cuadras, los caballos, el camión,... y encima te admira y te quiere porque es tu amigo. Y acabada la faena, mirada al cielo, sabiendo que Justino, tu padre, lo habrá celebrado con los ángeles, y tu tierra, honorable y acogedora, que te abre las puertas de un Encierro para que tu maestro no vuele solo por ella. Fueron momento de alegría, y de lágrima sentida y de felicidad. Es difícil la situación que pasamos actualmente, y tu lucha no debe desfallecer. Y uno, que no es sabio en nada, pero menos en el arte de Marialva, disfrutó con la tarde. Además, me tocó a Pablo, un muchacho con una deficiencia mental, a mi lado, que nos dio una tarde de sabiduría, cariño y saber estar. Y es que, esta gente nos demuestra que la percepción extrasensorial que tienen nos deja al resto de los humanos en deficientes de verdad. Fue una gran tarde, que aun ahora traen lágrimas a mis ojos. Y sólo por ese disfrute, ya me valieron los Sanfermines. Y eso que no sabía aun todo lo que me esperaba.

Baje corriendo al callejón, y tuve tiempo de abrazar a los Armendáriz y saludar al maestro y al grande de su hermano. Creo que la plaza de Pamplona a quien más debe estos últimos veinte años, sin duda, es al maestro de Estella. Él es quien ha perpetuado este día, quien dignifica el toreo a caballo, y quien nos ha obligado a aprender, sí o sí.

De ahí al club taurino, sede central de las fiestas, a seguir con lo nuestro. Y cuando quería retirarme, mi amigo Iosu que me llama, y entre cervecita y cena de pintxos que nos da la madrugada. Y a la cama, que el siete es el día, y viene cargado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario