martes, 7 de agosto de 2012

Diario de Sanfermines 2.012 (XI)



Llegando al día 12 en condiciones adecuadas, el momento del final se acerca, y sin embargo, a estas alturas, uno piensa que puede seguir en esta dinámica lo que resta para que acabe el mes de julio. Suele suceder que, al principio los Sanfermines parecen largos, e incluso pueden asustar. Pero metido en feria, para el día doce todo se hace costumbre. Y del encierro matinal, nos quedamos solos mi chaval y yo. Desayuno, paseo, visitas obligadas de la mañana que terminan en el patio de caballos, donde saludamos a amigos, gente nueva que llega, y a los ganaderos del día, que tienen confianza en lo que traen. Y puede que sea así, pero yo veo que llegan las figuras, y da la sensación de que la feria del Toro ha llegado al punto de inflexión, y lo que viene es cuesta abajo.

Y no tengo nada contra el ganado en sí, porque dentro de lo cómodo que existe en este circo, en Pamplona los toros suelen ser la cabecera de camada, y Victoriano ha demostrado, hace ya dos Sanfermines, que tiene y puede traer una corrida interesante, bien presentada y sin dudar de ella. Aunque, como todos sabemos, cuando las figuras emergen, los resultados son de menor casta. Está claro que una figura hace de un toro mediano algo mejor. Y hoy empieza El Juli su periplo triunfante un año más. O eso imaginamos todos.

Ya en las charlas previas, venimos comentando el cambio de Mora por El Fundi. No viene Mora, y es por lesión clara, me comentan desde su entorno, y eso hace que Paco Cañamero no se desplace desde Salamanca. O si ha venido, no está a la hora convenida en el lugar de la cita. No, conociéndolo, no ha venido. Charlamos sobre la inclusión de El Fundi por la puerta de atrás. Mucha gente no sabe quién torea hoy. Como mucho El Juli y dos más. Y  José Pedro no se merece despedirse de Pamplona de esta forma. Él que ha dado tardes de valor y de capacidad con los 'miuras' no se merece esto. Nos queda claro a todos. Pero veremos la tarde qué nos depara.

Hablamos y mucho de El Juli. Mañana tenemos que entregarle el premio al triunfador de la Feria del pasado año. Se va a hacer en el Club Taurino. Y pensamos que tras el desastre de sus ausencias, tiene que venir a reafirmarse. Y, como hablaba con su apoderado, el gran Roberto Domínguez, lo va a tener que hacer desde el primer toro, sin pensar que tiene otro día por detrás. Muchas dudas respecto a su elección nos surgen a todos, sin embargo. Entre otras, seguimos pensando que ir detrás de Padilla el 14, esta vez no creemos que sea bueno, porque todo apunta, que ese día, va a ser Padilla y nadie más. Y ya sabemos que las peñas se están movilizando para recibir a Juan como en ningún otro lugar.

Tarde de toros, previo de tertulia. Aunque ya somos cansinos de verdad. Y visto cómo discurren los días, ya no lo pongo en duda. Le miro a mi mujer, asiento y respondo con el manido 'es lo que hay'. Y a los toros que nos vamos, con el chaval que ya sabe dónde va, Angel y yo que nos llegamos a nuestro sitio. Y allí que me viene Mari Cruz, una amiga de la peña y me cuenta que tiene a su hijo pequeño muy de morros, porque ayer vio a Asier salir de la plaza conmigo, y a él no le dejan subir a sol, que es joven. Y es que su padre, su madre, lo que quieren es ir a disfrutar con los amigos, y le tienen engañado al chaval. Y la mentira engorda porque le cuentan que es que Asier va a sombra todos los años. Pues yo también quiero ir a sombra, recibe Mari Cruz por respuesta lógica. No, que es muy caro, sale la frase de salvación. ¿Cuánto vale? que le pido el dinero al abuelo. En fin, la cantera que quiere ir a los toros, y eso me da alegría. Porque el sol de Pamplona será lo que sea, pero también es una cantera de futuros aficionados. La sombra está llena de gente de costumbre. Público ignorante pero festivo, que se deja ver en esas buenas localidades. ¡Vamos! como en todas las plazas de España.

Para remate llega Mikel Cantero. Después de no perderse desde finales de los setenta ni un solo día en sol, este aficionado 'sui géneris' no le ha quedado otro remedio que irse de viaje con la familia. Pero su hijo Ander, un gran aficionado y que está en sombra, que sol no le gusta, le ha salvado. Como el muchacho, portero de Osasuna promesas y de la selección española sub 17, tiene que reincorporarse al equipo, han vuelto antes, y eso supone para sus padres tener un poco de Sanfermines. Ya te acuerdas de él Pepe. Este año no estará en el jurado. Y como son las cosas, que me cuenta, movido y con ganas de guerra ya, que ha llegado a las 11, 17 hra. a casa y antes de y media estaba en la calle vestido de blanco. ¡Eso son ganas! Y Mikel, que viene dispuesto a la guerra, lo primero que me avisa, que me comenta que su hijo Ander, un chaval aficionado de verdad, está en el tendido del 1, que pasa de sol. ¡Bien! a los 17 años ya tiene clarísimo que va a ser aficionado. Y me alegro de que sea así, y del granito de arena que me ha tocado para acrecentarle esa incipiente afición que tenía de chico.

Y la corrida vive ambiente festivo, pero la gente de sol, que en un cuarenta por ciento o son de mi edad, o la superan, y eso es mucho decir, porque hace tiempo que pasé de la juventud, estamos cansados por los días que van haciendo mella. El caso es que, salvo el pirata Goyo, que no se sienta ni a tiros, y ahora le da por ser reacio y no ver de toros, cuando aun recuerdo en los noventa que no perdía detalle y aún era capaz de hablar de esto hasta con el maestro Polite. Figúrate, que desde el ocho le pregunté a Angel si este era su comportamiento normal y desde cuándo. Y me dijo que desde hace unos años. Pues me queda claro que conmigo ni vuelve a discutirme ni le permito que me diga que si la corrida tal o cual. ¡Si no la ha visto! ¿Qué puede opinar?
Y es que han cambiado las cosas. La gente es señorita de verdad. Todos los días, cubos con bebidas nuevos, que luego dejan ahí. Táper de comida, todo un despliegue de manjares y bebidas, algunas exóticas, para luego salir de la plaza con los brazos cruzados, sin nada en la mano. Eso es organización por cuadrillas, de alto standing. Vinagrillos de aperitivo, gambas, almejas, ostras....de todo ves. Comilonas increíbles. Y uno que estaba acostumbrado a la sangría y al bocadillo de magras, sí recuerdo que algún día, esporádico, había algo superespecial. Ahora es lo normal y habitual. Lo raro es comerse un bocata. Y ya, no comer nada, como Asier y yo, y solo ver lo que pasa en la plaza, se está convirtiendo en algo más raro aún. Y es que si no psa nada destacable, la peña sigue a lo suyo. Y no entienden que ver la colocación de un par, el pase del subalterno encargado de la lidia, mirar si el caballo echa el pié adelante, va cruzado, de lado, al paso, en batería...cuando se realiza la suerte de picar, y así mil y un detalles son reconfortantes para un aficionado que paga la entrada. Y eso e en lo que se fija Asier. A poco los vamos a tener que juntar con Pepito y Kiko en una barrera de sombra.









Y llegan los toros, como decía el difunto Potra, de uno en uno. Y volvemos a la realidad de una corrida blanda, y propicia para quienes buscan clase, nobleza, colaboración, y no lucha, raza, pelea y enfrentamiento. Debo decir que el primer toro fue muy bueno. Tuvo eso, mucha clase, mucha nobleza, repetía. Fue un 'dije', pero no sé si por el frío inicio, porque Fundi no está a estos toros, o a esto, o porqué, salvó los muebles con una oreja, cuando creo que podía haber habido más. Y del resto, para qué hablar. Si está todo dicho. A mi no me gustó. Pareció navegar entre pases y pases, con una faena de El Juli al quinto que quiso ser de dos orejas, si mata bien se las dan, pero que a mí me pareció jugar con ventaja. La gente estuvo atenta a esas cositas. Al público le va ese continuo echarse encima del burel, meter pases a diestro y siniestro, en la misma serie, si cabe. Pero son encimismos que agotan la verdad, me parece a mí.
Y de Castella, qué te voy a contar. Este chico cada día me gusta menos. Su escaso repertorio de encimismos y arriesgados arrimones sin dar un pase con la mano adelantada, muleta plana y llevando con temple el toro hasta el final, es su tónica habitual. Y ver lo mismo aburre. No me creo que todos los toros se puedan torear igual. Desde que abandonó este chico a José Antonio, ya no lo veo. Y no sé si porque entonces era nuevo lo que hacía, o lo habíamos visto no tanto, o porque no progresa y lo veo adocenado. El caso es que en Pamplona, no hay tu tía. Y sirve derelleno para decir que ¡ya vienen las figuras! Pero aquí, creo que no engaña, ya, a nadie.

De ahí, a la calle, al club a buscar a las señoras de la casa, que están de nosotros aburridas ya. Y no llevan más que dos días en Pamplona. Y que, junto a Iosu y Patxi, dos colegas, que está el tío del primero, Juan Luis Bikuña, uno de los mayores aficionados de Guipúzcoa y de todo el norte. Y a seguir con la charla. Rememoramos escritos de los viejos 'aitas' (sacerdotes escritores de los siglos dieciocho y diecinueve) que escribían sobre los toros y la tierra. Y charlando entre otra gente que se nos junta a la conversación, brindamos por lo de Zestoa, por el futuro de Eibar, por los 'sanignacios' azpeitiarras, y porque los 'choperas' no arruinen la situación de la plaza de Donosti. Y salen viejos cuentos, confidencias, y demás, y la noche que va cayendo, y los fuegos que ya se oyen. Y de paseo, entre amigos y potes, con las mujeres hablando de otras cosas, los niños a lo suyo, uno que vuelve feliz una noche más, habiendo disfrutado. Y bajando Santo Domingo, que me doy cuenta que El Juli no ha salido por la puerta, y ya doy por hecho que no va a ser el triunfador de este año, a pesar de que le queda la corrida del 14. Y, malo que soy, que me digo que mañana se lo suelto.

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