Es una gozada saber que acostumbrados a tirar del mismo carro, durante los últimos doce años, salvo el pasado con los novillos del Marqués de Domecq, veníamos viendo la misma novillada año tras año y que estos sanfermines va a cambiar el asunto con la llegada de un nuevo proyecto, de un nuevo ganadero con una gran afición, al cual aprecio y conozco hace años y he sido uno de los seguidores de su nacimiento y progresión. El bueno de Pepe se presenta este año en Pamplona como ganadero con la novillada del día cinco con su hierro, El Parralejo.
Las experiencias cortas que han dado sus erales y utreros en plaza los pasados años, sobre todo el que acabamos de dejar, son de muy buena nota, una referencia clara que nos puede venir al dedillo para confiar que aquí no salga lo contrario. Lidia poco porque como ganadero de nuevo cuño sus camadas son muy cortas aún, donde debe primar la selección y ahí tiene un gran equipo detrás de él.
El ganado es de origen Domecq, vía Fuente Ymbro, lo cual me causa alegría viendo la de tardes interesantes que nos ha dado este ganado desde que llegó a esta vieja ciudad. Así que oiremos enseguida eso de que otra vez más de lo mismo, etc.
Como siempre con cautela, y hasta que no pase el día, optimistas con el ganado, menos con el escalafón novilleril que está de ruina, así que como para ponerles más dificultades a los chavales.
Enhorabuena a Rafael y a Pepe por traer sus queridos utreros a sanfermines y como a primeros de febrero estoy por allí, ya os contaré lo que vemos. Eso sí, el cuentico de ese día será de enjundia, no en vano volveré a ver a mi barrenero, que aún es joven para venir aquí, pero tiempo al tiempo.
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