El mayoral Antonio Dominguez con sus toros en el Gas
Volveremos a ver esta imagen este año. Bien la noche del 6 ó el 7 a más tardar llegará la última corrida de estos Sanfermines 2014.
Toros de Miura para los diestros
JAVIER CASTAÑO
LUIS BOLÍVAR
ESAÚ FERNÁNDEZ
Cerrar feria siempre es una responsabilidad. Muchos de los que lo han hecho, no repiten. De hecho, decir que Miura SIEMPRE ha estado en Pamplona no es del todo correcto. Incluso a esta casa le pasaron factura algún error, como en 1.966 que los dejo hasta el 70 del pasado siglo sin volver. Pero, fuera de aquello, Miura es la ganadería que más veces ha cerrado feria, y lo es por diversos motivos, que hoy en día ya no son tan fuertes. Por ejemplo, decir que el 14 de Julio venían los franceses en su festivo día nacional a llenar la plaza a ver Miura era común hace muchos lustros.
Pero sí es cierto que Miura y Pamplona son una, y si no vayan a ver los datos de sus muchas comparecencias, y lo entenderán. El encierro, la leyenda, la mística, los premios, el gusto de esta tierra por esa casa..... hacen que el ganado de Zahariche se críe pensando en las calles de Pamplona y en su plaza. Don Eduardo amaba esta feria. Sus hijos, Antonio sobretodo, mantienen muchas amistades, en esta tierra. Y es que son tantos años que es difícil entender un año sin Miura.
Sigo oyendo muchos improperios sobre este ganado entre los defensores de la 'bravura actual'. Esos formidables seguidores de la pañosa en colaboración con el bípedo. También es cierto que no podemos creernos que siempre sale bien. Pero, no es menos cierto, a tenor de los gustos del público, que no hemos sabido transmitir la verdad del rito. Y como no quiero pontificar, sólo voy a exponer un caso verídico, porque me ocurrió a mí, y tal cuál y con nombres y apellidos lo voy a contar.
Corría el año 2010 o 2011 cuando enfrascados en plenos Sanfermines me encontraba hacia las dos de la tarde en la cafetería del hotel Iruña Park donde hacía para el grupo Onda Cero y Diario de Navarra una tertulia de 4 a 5,30 de la tarde. Primero comíamos en el magnífico bufete que tiene el hotel y luego en el salón central hacía las tertulias, con cierto éxito, creo. Por allí pasaban muchas personas, no todas las que debían pasar, pero sí las que debían.
Un mediodía tras otro me encontraba con Manolo Molés en busca de su Coca Cola y algún día comentábamos el devenir de la feria. Ocurrió que el día siguiente a la corrida de Miura de ese año, que fue en domingo, se vino a mí como un tiro y medio alterado me preguntó quién era Polite, el que escribía en el Diario de Noticias y puntuaba a los toros. Yo, que sabía de qué venía el chaparrón porque me habían comentado que el plus con Molés a la cabeza había puesto de vuelta y media la corrida la tarde anterior y Polite a resultas, es mi maestro, mantuve la compostura. Entonces, le dije a Manolo que Carlos Polite es un erudito que sabía de toros como poca gente en el mundo. Me miraba incrédulo y me decía que no. Que le había dado un ocho a un toro y un siete a otro. Y que eran una mierda. Que ese no debía ser buen aficionado. Le dije que si bien tenía por costumbre y pasión puntuar con benevolencia a sus amados miuras, él era quién veía bien al toro, y lo miraba en todos sus actos, no por lo que los actores le hicieran. Se dio media vuelta y hasta hoy.
Javier Castaño y su cuadrilla regresan a Pamplona. El uno un poco justo de sus muchas peleas con Miura, y su cuadrilla en dulce. Adalid recogerá el premio al mejor par del pasado año esa mañana a las doce en el club taurino. Me dicen que sólo este diestro tiene caché para estar este día. Otros dicen que está de vuelta. Qué rápido olvidamos! El esfuerzo de una miurada en Pamplona viene a ser veinte corridas de las que todos sabemos en Sanlúcar de Barrameda. Un matador me dijo que para él valían más de mil porque jamás mataría ni una sola de la casa sevillana. Y menos en Pamplona.
Luis Bolívar no pega mucho en esta corrida, dicen muchos. Alguno me ha preguntado quién es. Y es que la peña olvida muy rápido. Cuando venía con los victorinos era porque, claro, como es el torero de la casa!, cuando a otra cosa porqué. Si me preguntan si este valeroso, recio, fuerte y comprometido colombiano merece estar en este festejo, yo creo que sí. Que Vdes. Hubiesen puesto a otros? Y quién no. El caso es que está, y que seguro va a dar el do de pecho.
Cierra el ciclo 2.014 Esaú Fernández, quién ha dejado perplejo a propios y extraños, como lo hiciera el pasado año Jiménez Fortes. Después del éxito con el Fuente Ymbro en Sevilla algunos se preguntan porqué no ha ido en esa terna. Otros no se lo creen. El caso es que este torero se pone metas y se propone cosas que todos debieran. De hecho, no sólo está ilusionado esperando que llegue el día 14 en Pamplona, sino que se viene desde Ceret que el día anterior torea una de Felipe Bartolomé. ¡Ahí es nada! Triste que esto deba ser algo tan extraño. Termino aquí el reparto, acordándome del debut del chaval en Pamplona, no por lo mal que anduvo sino por recordar a quién le apoderó unos pocos ratos y que nos dejó, Antonio Corbacho, y me decía en el Gas el 6 de Julio mientras veíamos salir los toros que lidiaría al día siguiente, que este chaval podía. Que de todos los pajunos que había tenido en su vida taurina como protegidos este se llevaba la palma, y que si quisiera....
Ojalá!!!
Toros de Miura para los diestros
JAVIER CASTAÑO
LUIS BOLÍVAR
ESAÚ FERNÁNDEZ
Cerrar feria siempre es una responsabilidad. Muchos de los que lo han hecho, no repiten. De hecho, decir que Miura SIEMPRE ha estado en Pamplona no es del todo correcto. Incluso a esta casa le pasaron factura algún error, como en 1.966 que los dejo hasta el 70 del pasado siglo sin volver. Pero, fuera de aquello, Miura es la ganadería que más veces ha cerrado feria, y lo es por diversos motivos, que hoy en día ya no son tan fuertes. Por ejemplo, decir que el 14 de Julio venían los franceses en su festivo día nacional a llenar la plaza a ver Miura era común hace muchos lustros.
Pero sí es cierto que Miura y Pamplona son una, y si no vayan a ver los datos de sus muchas comparecencias, y lo entenderán. El encierro, la leyenda, la mística, los premios, el gusto de esta tierra por esa casa..... hacen que el ganado de Zahariche se críe pensando en las calles de Pamplona y en su plaza. Don Eduardo amaba esta feria. Sus hijos, Antonio sobretodo, mantienen muchas amistades, en esta tierra. Y es que son tantos años que es difícil entender un año sin Miura.
Sigo oyendo muchos improperios sobre este ganado entre los defensores de la 'bravura actual'. Esos formidables seguidores de la pañosa en colaboración con el bípedo. También es cierto que no podemos creernos que siempre sale bien. Pero, no es menos cierto, a tenor de los gustos del público, que no hemos sabido transmitir la verdad del rito. Y como no quiero pontificar, sólo voy a exponer un caso verídico, porque me ocurrió a mí, y tal cuál y con nombres y apellidos lo voy a contar.
Corría el año 2010 o 2011 cuando enfrascados en plenos Sanfermines me encontraba hacia las dos de la tarde en la cafetería del hotel Iruña Park donde hacía para el grupo Onda Cero y Diario de Navarra una tertulia de 4 a 5,30 de la tarde. Primero comíamos en el magnífico bufete que tiene el hotel y luego en el salón central hacía las tertulias, con cierto éxito, creo. Por allí pasaban muchas personas, no todas las que debían pasar, pero sí las que debían.
Un mediodía tras otro me encontraba con Manolo Molés en busca de su Coca Cola y algún día comentábamos el devenir de la feria. Ocurrió que el día siguiente a la corrida de Miura de ese año, que fue en domingo, se vino a mí como un tiro y medio alterado me preguntó quién era Polite, el que escribía en el Diario de Noticias y puntuaba a los toros. Yo, que sabía de qué venía el chaparrón porque me habían comentado que el plus con Molés a la cabeza había puesto de vuelta y media la corrida la tarde anterior y Polite a resultas, es mi maestro, mantuve la compostura. Entonces, le dije a Manolo que Carlos Polite es un erudito que sabía de toros como poca gente en el mundo. Me miraba incrédulo y me decía que no. Que le había dado un ocho a un toro y un siete a otro. Y que eran una mierda. Que ese no debía ser buen aficionado. Le dije que si bien tenía por costumbre y pasión puntuar con benevolencia a sus amados miuras, él era quién veía bien al toro, y lo miraba en todos sus actos, no por lo que los actores le hicieran. Se dio media vuelta y hasta hoy.
Javier Castaño y su cuadrilla regresan a Pamplona. El uno un poco justo de sus muchas peleas con Miura, y su cuadrilla en dulce. Adalid recogerá el premio al mejor par del pasado año esa mañana a las doce en el club taurino. Me dicen que sólo este diestro tiene caché para estar este día. Otros dicen que está de vuelta. Qué rápido olvidamos! El esfuerzo de una miurada en Pamplona viene a ser veinte corridas de las que todos sabemos en Sanlúcar de Barrameda. Un matador me dijo que para él valían más de mil porque jamás mataría ni una sola de la casa sevillana. Y menos en Pamplona.
Luis Bolívar no pega mucho en esta corrida, dicen muchos. Alguno me ha preguntado quién es. Y es que la peña olvida muy rápido. Cuando venía con los victorinos era porque, claro, como es el torero de la casa!, cuando a otra cosa porqué. Si me preguntan si este valeroso, recio, fuerte y comprometido colombiano merece estar en este festejo, yo creo que sí. Que Vdes. Hubiesen puesto a otros? Y quién no. El caso es que está, y que seguro va a dar el do de pecho.
Cierra el ciclo 2.014 Esaú Fernández, quién ha dejado perplejo a propios y extraños, como lo hiciera el pasado año Jiménez Fortes. Después del éxito con el Fuente Ymbro en Sevilla algunos se preguntan porqué no ha ido en esa terna. Otros no se lo creen. El caso es que este torero se pone metas y se propone cosas que todos debieran. De hecho, no sólo está ilusionado esperando que llegue el día 14 en Pamplona, sino que se viene desde Ceret que el día anterior torea una de Felipe Bartolomé. ¡Ahí es nada! Triste que esto deba ser algo tan extraño. Termino aquí el reparto, acordándome del debut del chaval en Pamplona, no por lo mal que anduvo sino por recordar a quién le apoderó unos pocos ratos y que nos dejó, Antonio Corbacho, y me decía en el Gas el 6 de Julio mientras veíamos salir los toros que lidiaría al día siguiente, que este chaval podía. Que de todos los pajunos que había tenido en su vida taurina como protegidos este se llevaba la palma, y que si quisiera....
Ojalá!!!
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