martes, 8 de julio de 2014

TORRESTRELLA EN PAMPLONA



7 de Julio, San Fermín. Día fresco, encierro rápido. Muy ligero y recorrido limpio de verdad. Trabajo bien hecho. Los variopintos torrestrellas, de los más peligrosos del encierro en su historial, con dos muertos a sus espaldas, dejan un empitonado de un cascantino de 52 años en la cuesta de Santo Domingo.

Carrera ligera, pero sólo con cinco. La desgracia hace que en el encierrillo, justo a la entrada del corral de arriba, donde pèrnoctan para salir en su distancia en la matinal carrera, uno de los bonitos de la casa, de negro pelaje se rompe una pata. Llega como puede al corral, donde se aparta en el corralito de la esquina preparado al efecto para casos en extremo, se apuntilla, y el camión de La Protectora se lo lleva al matadero para su despiece.

Corren cinco y se remienda con el sobrero, el colorao salpicado que bajaba un poco, y fue el peor de la tarde.

La procesión, los cánticos sentidos al santo hacen de este día lo más grande del mundo. Lágrimas, promesas de fe, sueños cumplidos, sueños por llegar, y mil y una que nos viene a todos en la mente, mientras el 'morenico' paisano recorre sus calles.

Solo, en silencio, rodeado de mucha gente, y naide conmigo, paso el dia esperando ese inicio, temeroso de lo que suceda a la tarde, porque los torrestrellas y los dolores han vivido muchos días sobre una charla, que a cada desciegue, volvía a aparecer.

Y la verdad es que a mi ayer, salvo el cuarto, me gustaron, unos más, otros menos. Y está claro que no había fuerza. Pero eran mobles, muy nobles. Salían con codicia. Algunos fueron al caballo de lejos. Picados más que mal. Y capas chivatas, como el capirote 20, Frutero, confirman lo que uno aquí alinea.

Algo hay que hacer con este ganado, porque saltan con alegría, entrega, codicia, y funcionan bien los dos primeros tercios. Pero no duran. No llegan a un tercero en condiciones de ser toreados como gustan hoy en día. Sin embargo, veo que cada tarde, sale el torero clónico, con las mismas reglas, los mismos pases. En exceso hacia las afueras, y no dejándose llegar, ni fajarse.

Banderillas de Ferrera, con su bandera extremeña, que confirman su dulce estado y su fuerza rehiletera. Pero no hubo más. El primero porque se quemó en exceso, y el cuarto porque fue lo peor. Pero queda la sensación agridulce de que debió parar la mano a su piquero, y que tenían problemas simples de resolver. ¡Qui lo sa! Por eso no llego al aprobado querido Antonio.

Abellán venía con aroma y vitola de triunfo en su plaza de Madrid. Y si me apuran, yo tampoco lo apruebo porque esperaba más. Mal con el dulce Frutero. Muy despegado con el mejor de la tarde, el negro Enterado. O quizás sea que cuando el ganado aprueba justo, el humano no llega al cinco. Sin embargo, su percance, y su certera tizona hacen que las ganas del público pamplonés arroje una pelúa a sus manos, por esa faena¿? o espada al quinto de la tarde.

El remiendo de la tarde, en cuanto al terceto bípedo, era el recambio de David Mora por el chico del ' Casas prodacsions', Daniel Luque. Poderoso torero que suma recua de apoderados piratas, y que pechó con el lote más fuerte de la tarde, con un sexto 54, ese burraco tan fuerte, tan esperado por todos que se quedó en ello. No estuvo por encima de sus bureles. No estuvo, realmente demasiado por debajo. Nada nuevo en series similares a todas.

¿La gente se aburrió? El 7 de Julio en Pamplona, se aburre el que quiere!

Y con esto y un bizcocho, sigue el curso del día, encierro, tertulia post, presentación del libro de Eneko, más radio a la 13,30, lo que sigue, toros desde las 6, con su previo, y molido un día más a casa a dormir.
¡Aúpa Patxi! que el que pasa el 8, llega hasta el 28!

No hay comentarios:

Publicar un comentario