A la noticia del final del programa de Rafael Cabrera sobre los toros en la COPE, el ya veterano programa El Albero, los aficionados se han puesto en masa a opinar en los blogs y portales y en todo lo que he podido observar e inferido de la mayoría de los datos de su lectura me queda una primaria cosa clara: el aficionado sigue viendo toda esta situación como un ataque más a los toros, la mayoría perplejos por venir de la radio de los curas como dicen, y a la que no van a perdonar, continúan. Otros se sienten tristes al quedarse solos ante la única posibilidad de escuchar toros, a horas intempestivas y pestilentes como las que llevan toda la vida dándose salvo 'Clarín', lso toros de Molés en la SER.
La verdad, es que además del programa de Manolo a las 01'00 h., están Clarín en radio 5 a las 23'30 horas y el de intereconomía de P.J.Cáceres a las 00,00, todos de domingo a lunes. Es decir, lo mismo de siempre, un programa de divismo único (el primero y el tercero de absurdo divismo), de sobes y entrevistas banales a pegar pases babosos a toreros complacientes por el trato.
Jamás podré olvidar el trato de un peyorativo divo, hablador infumable en lenguaje abstracto que ni él mismo entendía y que a la hora de la verdad le iba el puro cohiba y el champán francés y largaba pestes entre compañeros, luego empezaba su programa, te provocaba a decir lo que pensabas, lo decías y el hijo de la gran hilaria tenía a la escucha al torero en cuestión, te echaba a los leones a tu espalda, y aparecía el torero de humos, mientras el personajillo mediaba como si el torero no hubiera estado mal, o incluso si el matador echaba pestes se posicionaba con el muletero y a tí te dejaba con el culo al aire. Ese personajillo, cuyo mínimo era copiar a Molés en todo para hacerse un sitio no deja de ser un pésimo aficionado, más periodista tipo deportivo que otra cosa. Molés, para qué hablar, todos sabemos su vida y milagros, su larga trayectoria, siempre ha sido así y ya es difícil cambiar el formato, un formato aburrido, obsoleto y clónico.
En cambio, cuando apareció Rafael Cabrera, después de que a P.J.C. lo echaran por sus esquilmaciones en las radios locales y sobretodo por su affaire con el asunto de Madrid y 'la espe', intocable para la COPE de entonces dominada por el de Teruel y su amigo impuesto, el prolífico escritor Vidal, apareció de su mano Rafael, una buena persona, un buen aficionado, un experto bibliófilo, su gran pasión, los libros, un escritor también largamente prolífico (creo que lleva 77 escritos ya) y como aficionado de aquella andanada del 9, como amante de Las Ventas y conocedor de la provincia que más espectáculos da (provincia en la españa del glorioso, ahora es una Comunidad en el Estado de taifas que es la 'antiqua' Hispania) este Cabrera cambió el tono, se puso más chillón, se quejó más de lo que dejábamos de ver que de lo que veíamos, su tertulia aunque tarde tenía más enjundia que lo que se decía, y aunque demasiado enquistado en su Madrid, sólo he oído hablar bien a todos los técnicos de las emisoras cope en las que ha pasado, siempre amable, sin dejarse ver ni oir y yo que he discutido con él de esto me parecía más interesante que lo que había y hay, pero las cosas son así y que nadie se escandalice porque la COPE acabe con el tema de los toros, sus jefes visigodos, primero y luego sus barandas vaticaneros ya estuvieron en contra de esto penando con la excomunión a sus intervinientes, así que no meterse con los curas porque se carguen los toros en su emisora. Además dicen que sólo se han cargado El Albero. Ojalá sea por otro programa, por otro sistema de encauzarlo y positivamente por otro horario. Los toros son discusión, discernimiento y no puede ser un baboseo de preguntas y respuestas. Los toros son opinión, y tiene que entrar un elenco importante de personas, por eso, un propio siempre ha creído en la tertulia, en diversas personas juntas, toreros, ganaderos, aficionados, críticos y hasta políticos, para llevar la tertulia por donde quiera ir, siempre con un respeto, pero dejando que cada uno opine como quiera. ¡anda que no tuve lo mío con este formato alguna vez estando en la COPE! Pero hay que perseverar, y seguir la línea y cantarle las cuarenta a quien se lo merezca, y de verdad que es mejor hacerlo estando el otro en directo, porque si es ganadero seguro que él sabe antes que tú lo mal que le han salido las cosas, y si es matador no podrá negar la evidencia y caerá en la humanidad de compartir errores con el burel. Pero para eso hay que ser independiente, tener dos 'pelés' en su sitio y hablar claro. Y Rafael se acercaba a ello y por eso me gustaba. Te deseo lo mejor señor libro abierto, y recuerdos a tu señora. Nos vemos en los toros.
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