Es de agradecer que la gente te siga apoyando, incluso, que te insulten, o te llamen vago como poco para que te lances a poner unas lineas. Y eso, me hace ser un poco responsable, y con perdón, acojona escribir, pensando que luego, tantos estáis a la que salta por si uno sigue su camino, o se lanza al abismo.
Cuando digo que me da pereza escribir, no es que no quiera, no es que no pueda sacar un rato para ello, no es que me esté prohibiendo hacerlo por alguna ulterior intención. Escribo poco, o casi nada porque veo que muchos escriben antes y mejor, y otros muchos no saben ni lo que dicen, y no tengo ganas de entrar en disputas con estos, ni agraviar la buena labor de aquellos haciendo cuatro tachones malencarados arruinando las perlas que esa gente va dejando, como aroma excelso por la red con un tufillo que lo amuerme.
Vemos que cada vez, escribimos menos todos, porque la cosa está relajada, tranquila. Vemos que muchos se dan por la historia, o los recuerdos. Y vemos que mucho juntaletras busca invenciones para sacar un bocado por cuatro palabrejas mal dispuestas en columnas de relleno colocadas en cuatro periódicos, de los cuales viven, y mojan en lo que sea para pillar esas pelillas, tan necesarias en estos periodos tan calmos. Y es que, tras la calma llega la tormenta, y la de este año va a ser terrible.
Pero este proceso, en que el pueblo está ahogado, y los eventos se ven mermados de público, van a afectar seriamente a nuestro mundo taurino. Algunos piensan que es el momento que los empresarios se vuelvan hacia los aficionados, y programen interesantes encuentros entre toros de verdad y toreros que dejen de pensar en hacer esfuerzos, y vuelvan por la antigua senda de hacer lo que ahora llaman 'gestas', y que antes eran el pan nuestro de cada día. Yo no lo creo. Dudo mucho que las 'figuras' se tiren al monte a por la lidia de lucha y entrega, olvidando el pegapasismo interminable. Dudo mucho que se llenen recintos provincianos. Dudo que se invierta la norma actual, y que cambie el panorama. Los toreros mandones seguirán buscando sus fáciles resoluciones, su estética, su arte ante colaboradores.
Y el que piense que las figuras van a matar encastes recios, va listo.
Valencia, Sevilla, Madrid...Pamplona, seguirán adelante con sus problemas. Seguro. Pero, ¿y el resto? Algunos llenan páginas pidiendo extrañas combinaciones, al estilo producciones 'simóncasas'. Otros, piden encerronas en plazas como Pamplona, de un sólo ante el peligro de un encierro completo. Y en esto me voy a detener. Esa petición de Jiménez Fortes encerrándose con seis 'pamplonos' en los próximos Sanfermines no tiene lógica. Y como no tiene pies ni cabeza, la Meca ya lo ha apartado de las mentes que lo piden. Si ya es difícil mantener la compleja coexistencia de una plaza bulliciosa, que sigue con buena entrada, y que no aguanta lo monocorde, no tiene cabida ideas de encierros para un solo espada. Máxime cuando hablamos de 'nuevos' con un repertorio limitado para dar diferencia del resto de festejantes. Además, cuando hay dónde elegir y cualquier espada, fuera de los comodones, quisiera estar en la plaza que mejor paga en tiempos en que tan necesario es el 'parné' para seguir manteniendo el status económico personal de los actores, se hace raro quitar puestos a otros compañeros. Y por otro lado, no puede haber variedad de casas ganaderas en un encierro sanferminero por los muchos problemas que acarrea juntar camadas extrañas en corrales y calles, y porque, los carteles ganaderos ya están hechos.
Me dice Gil de O. que la Meca debiera sortear los puestos. Viejo deseo que, hace años ya surgió en una de mis tertulias entre los mayorales de aquel año, y que alguno defendía ese sistema, como si de un campeonato de fútbol se tratara. Un bombo con el ganado y otro con los de a pié. Y, sinceramente, eso sería una bomba, una idea increíble. Se imaginan, contratamos a los toreros, cada cuál con su caché. Y luego, en una gran gala, se ponen veinticuatro bolas con los nombres de los toreros, y veinticuatro con los de las ocho ganaderías. ¡Sería la leche! ¡Sería el bombazo del año! Y bien vendido, sería la verdad del toreo por encima de siglos de mangoneo bípedo. De nada serviría tener veedor, peluquero, tío, primo, etc. como dice Martín en su post sobre la charla de Eduardo Miura en Las Ventas. Pero, para la gente, para el público, sería mejor o no. Alguna vez debiera intentarse esta verdadera encerrona. Pero, si ya no quieren venir muchos toreros, qué pasaría en esa situación. ¿Vendría alguien? Seguro que sí, pero y si sale Fandiño con Dolores que no los quiere ni entiende, ¿tendríamos que aguantar una lidia desdeñosa o no querida, en vez de verlo con otra ganadería en la que pudiera reafirmar su hacer? No sé si interesaría al aficionado.
Aunque, desde luego sería hermoso vivir esa situación. Seguro que sería una gala, un sorteo excitante, y muy llamativo. Daría una campanada en todo el planeta toros. Pero, ¿es viable? Yo creo que no, porque, hoy en día, un torero no sabe lidiar, ni defender su saber ante cualquier enemigo, ante cualquier burel, ni tienen poder para verse ante cualquier burel, ni los toreros saben aprovechar todos los toros. Se dice que el único que podría con cualquiera, si quisiera, es El Juli. Pero, creo que no entraría en este sorteo. Y si él no lo hace ¿quién?
En fin, que llega el toreo del año 2.013, y viene con muchos nubarrones negros, así que no aventuremos nada, que tiempo vamos a tener de verlo, saciarnos, o huir de él. Pero está claro, que midiendo el dinerillo a gastar, yo me tiro para mi patria del norte, antes de dejar euros en medio festivales o corriditas de medio pelo.