Enrique Martín, responsable del magnífico blog 'torosgradaseis' me escribe este comentario a mi anterior post, sobre la situación francesa de las 'siete plazas magníficas' y la reducción del 20% del dinero a las figuras. Palabras que de corazón, agradezco:
"Si te lee una parte de los que nombras, dirán que qué guapo estás calladito, pero si te leemos los demás, diremos que son verdades como puños y de una lógica aplastante. Pero está visto que el sentido común es el menos común de los sentidos. Hay que ver, con lo clarito que lo cuentas y lo difícil que les resulta a algunos comprenderlo, aunque claro, si les tocan el bolsillo, es normal que se ofusquen...."
Y empezaba a responderle lo que al final parecía un responso, así que contesto en este post...
Gracias por tus palabras Enrique. Por todas. El caso es que centrándome en la zona que me queda justo encima de mi casa solariega, pegada a la frontera actual, nos encontramos con una selección amplia de localidades, de pequeñas y medianas, para la zona, localidades con plazas de toros, pequeñas ferias, toros en diversos momentos del año en la que no tiene cabida la opción del 20% en discusión. Localidades con una afición que sabe lo que quiere, porque lo que tenemos en la mayoría de ferias españolas lo saben y lo ven. Una afición respetable, que lee y busca un arte que no está basado en la estética. Localidades que tienen sus plazas con aforos, algunas, mayor que el total de habitantes donde se encuentran. Con una afición que sigue llenando, casi, sus asientos compuesta por hombres y mujeres de toda la región. Es gente rural. Muchos engordan patos y ocas a destajo, ya que es la zona principal del foie. Otros tienen ganado caballar de carne. Vacas de todo tipo. Quesos. Y carreteras que conectan todas las poblaciones en un interminable panal.
Esta gente va a ver un espectáculo trágico con la necesaria expectación de quien entra a compartir la consagración mística en un templo sacro. Y van a ver las ganaderías que llevan, principalmente. Conocidas y caras, y menos caras y, algunas, para el aficionado medio español, totalmente desconocidas. Y ellos las llevan porque recorren fincas, están al tanto de encastes que tienen lo que buscan y que han triunfado en algún lar. O que sin triunfar, ellos arriesgan y son los primeros en llevarlas. Y cuidan y pagan al gandero para que tenga lo mismo, el jamón del bueno, dicen ellos, para el próximo año. Y luego, están los toreros que deben lidiar ese ganado. Y allí no van a tener problemas de la cuota recortada a los G10. Y estas localidades son mayoría. Pequeños festejos de eraladas, utreradas y encierros de toros dignificando al dios Uro, y ensalzando sobre manera al humano valeroso y temerario que se enfrenta cara a cara con la muerte, con desprecio de la misma. Y, por eso, El Fundi, fue un maestro consagrado allí cuando a este lado de los Pirineos, no le hacíamos hueco ni para torear en Madrid lo de su suegro. Por eso, toreros como David Mora, los Aguilar, Fandiño y demás perlas que parecemos descubrir ahora, en el 2.011, llevan la pasada década toreando en esos rincones, para nosostros perdidos de la razón actual, del arte estético moderno.
¿Y saben cuántos festejos se han reducido en estos lugares? Ninguno. Es más, algunas localidades han ido 'in crecendo', como Orthez este año al introducir tientas gratuitas, y algún festejo más de lo habitual. Y es que, aquí no se encuentra el G7, el grupo de plazas especiales que van a reducir ese 20% de ingresos a los actores principales, y compensar a ese otro grupo de actores de reparto o especialistas que bailan por estos pueblos con el TORO.
¿Que si me parece bien? Me parece de órdago. Las figuras que no llenen per se, que se les pague acorde a su reclamo. Nunca a priori. Que Ronaldo o Messi no quieren jugar con los equipos más duros, ni venden camisetas suficientes, pierden su caché y no cobrarían lo que ganan. ¿Y los toreros - figuras?
Y es que, en Francia, en las plazas principales, en las que se encuentran en esta zona, es decir, el soud'ouest, la ruina impera. Así, Bayona, Dax, Mont de Marsan, ven crecido el cemento año tras año. Allí, donde los viejos pensadores que crearon, encauzaron y aficionaron al personal, ¿qué ha pasado? Pues que han muerto o han sido denostados. Ya hace unos años que no hay toros junto a Burdeos. Que se han paralizado las obras de plaza que allí se iban a hacer. De Pau y Toulousse, mejor no hablamos. ¿Y por qué en las pequeñas localidades como Eauze, Orthez, Vic, Hagetmau, Aers, St. Viçent... ni la crisis es excusa y en las grandes ocurre como en la mayoría de las españolas? Principalmente por dos cosas:
El querer copiar las ferias españolas e sus planteamientos, tanto toreriles como ganaderos.
La huida que esto ha supuesto en los sitios donde el aficionado prima sobre el público de paso.
Y es que, no es lo mismo el público venido hasta de París a pasar un par de días en lugares como Nimes, que dejan el dinero alrededor del toro, que lugares como Dax o Bayona, capitales de este arte, y que están en mínimos históricos ante el descrédito producido por los muchos años de ver figuras con toretes, y que se nutrían, principalmente de una especie en extinción, como somos los aficionados. Tanto de este lado como del otro de la muga.
Así que no me extraña la decisión tomada por los gestores de estos cosos. Pero creo, que aunque la rebaja sea lógica, siguen sin dar con la tecla exacta. Y esa no es otra que volver a escuchar a la afición, y llevar los toros y a los toreros que puedan o quieran con ellos. Si Manzanares, Juli y demás, van a seguir por Dax, Bayona... toreando juanpedros justitos, esto se irá a pique. ¡Vamos! que les pasará como en España.
Y, eso escuece, querido Enrique, más que a nadie a nosotros, los aficionados. Por eso, no me muerdo la lengua en decirles a los principales que de nada me sirven si no educan, no llenan las plazas, no dan ejemplo, no cuidan encastes míticos "haciendo esfuerzos". Por todo ello, no deben cobrar un 20% menos de lo que exigen sus apoderados, sino que debieran ir a porcentaje del lleno del día, o de la feria que impulsan, siendo esto más justo. Igual entonces se ponían las pilas, y no paraban de 'hacer esfuerzos' como base a llenar su cartera. Y es que ese es el principio del arte: el artista mejor considerado es el más seguido, y por ende, el mejor pagado. Y lo contrario es una falacia.
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