jueves, 10 de noviembre de 2011

“EL TORO Y LA TAUROMAQUIA, UNA REVINDICACIÓN PERTINENTE”

SYMPOSIUM DEL TORO DE LIDIA (2011)



“EL TORO Y LA TAUROMAQUIA, UNA REVINDICACIÓN PERTINENTE”





DECLARACIÓN




El Symposium del Toro de Lidia (Zafra) considera al toro bravo como núcleo central de la Tauromaquia. Sin él, no sería posible la existencia del toreo, de la tauromaquia popular y de la afición, y de todas las manifestaciones artísticas y culturales que emanan de la Fiesta de los toros.

Queremos reconocer al Observatorio Nacional de Culturas Taurinas de Francia el gran éxito alcanzado al conseguir que el Gobierno francés incluya las corridas de toros, a la usanza española, como bien inmaterial en el inventario cultural del país vecino. Así mismo, rechazamos frontalmente la decisión del Parlamento catalán de prohibir, a partir del próximo día uno de Enero, las corridas de toros en Cataluña. La Tauromaquia está tan enraizada en las tradiciones y en la cultura de nuestro pueblo, que una decisión autonómica no puede desbaratar varios siglos de historia.

Nos sentimos orgullosos de que el toro de Lidia sea una aportación genuina española a la zootecnia mundial. Los responsables de que exista el toro de Lidia son los ganaderos de bravo que, a lo largo de varios siglos, han seleccionado el ganado con la metodología más completa que se conoce en mejora genética animal (selección por ascendencia, selección masal o individual y selección por descendencia).

Exigimos la cría de un toro bravo e íntegro que dignifique el trabajo de los ganaderos y la labor de los toreros en el ruedo y satisfaga las expectativas de los aficionados y del público en general. Sólo un toro bravo, noble, encastado y con fuerza, que venda cara su vida, dejará sin argumentos a los antitaurinos que dicen ver únicamente tortura en el animal durante la lidia. La emoción debe estar siempre presente en cualquier festejo taurino.

La cría de un toro íntegro, bravo, noble y encastado garantizará la continuidad de la Tauromaquia. Se engañan los que creen que no se puede conseguir un animal que, además de bravo, posea una nobleza encastada. La historia de la Tauromaquia está jalonada por esta clase de toros, bravos y nobles, que han propiciado faenas inolvidables.

Los ganaderos y los técnicos tendrán que ir de la mano para criar un animal que cumpla con las exigencias de la Tauromaquia de siempre, por lo que exigimos la erradicación del fraude que a menudo se cuela en las estructuras de la Fiesta.

La suerte de varas sigue teniendo la misma vigencia de siempre, ya que es el mejor termómetro para medir la bravura, por lo que se ha empleado durante siglos para la creación de esta raza tan singular al separar el animal bravo del manso; además, es necesaria para preparar al animal para el último tercio de la lidia. Hay que exigir no obstante, que se haga con los cánones preestablecidos, cosa que, lamentablemente, casi nunca ocurre.

Defendemos las singularidades fisiológicas del toro de Lidia que hace de él un modelo experimental de primer orden, por su riqueza en su comportamiento, porque reacciona ante el dolor de manera diferente y porque tiene una calidad de su carne mejor que la esperada; por tanto, reclamamos a los poderes públicos y privados el estudio y la investigación de la agrupación racial de Lidia, así como de su cría y explotación.

Defendemos la biodiversidad del toro de Lidia que, gracias a las diferencias genéticas existentes entre encastes y ganaderías, aporta a la Fiesta diversidad de morfología, de comportamiento y de formas de interpretar la lidia, evitando el deterioro que podría sufrir la Tauromaquia si se continúa con la lidia mayoritaria de unas pocas ganaderías que gozan del favor de la clase taurina dominante. En estos momentos de dificultades económicas, reclamamos ayudas para ganaderías pertenecientes a encastes que se encuentran en peligro de extinción, ayudas que deben de partir, en primer lugar, del propio mundo del toro, para fomentar su participación en los diferentes espectáculos taurinos. Así mismo, la administración central y la autonómica deben ser sensibles en la aplicación de modelos sanitarios especiales en las campañas de saneamiento y en la creación de ayudas a la cría en pureza que posibiliten su conservación, como se hace con otras razas autóctonas en peligro de extinción.

El toro de Lidia es uno de los responsables de la conservación y del mantenimiento del ecosistema de la Dehesa –en España y en Portugal- y posibilita con su existencia que la Fiesta de los toros genere en nuestro país una elevada riqueza económica. Defendemos las ayudas europeas (PAC), y las nacionales y autonómicas, a la cría y explotación del ganado de Lidia, como garante de la esencia de la Tauromaquia. Si las corridas de toros se prohibieran, desaparecería el ganado de Lidia de nuestros campos y dehesas.

El mundo de la Tauromaquia tiene que esforzarse en la búsqueda de nuevas vías de promoción y de difusión de la Fiesta, al estilo de cómo lo hacen otras manifestaciones deportivas y culturales, y luchar por hacerse más presente en los medios de comunicación. Tiene que ser un objetivo prioritario para nosotros, transmitir a la juventud actual los valores que posee la Fiesta

Rechazamos, en consecuencia, todas las manifestaciones en contra de la Tauromaquia –casi siempre llenas de ignorancia y de odio- y apoyamos las iniciativas que promueven la continuidad y el fortalecimiento de la Fiesta de los toros en España y en el resto de países taurinos (Portugal, Francia, México, Ecuador, Venezuela, Perú, Colombia).

En definitiva, nos sumamos a todos los organismos públicos y entidades privadas que solicitan a la UNESCO que reconozca a la Tauromaquia como bien cultural e inmaterial de la Humanidad.


Antonio Purroy Unanua
Zafra, 22 de Octubre de 2011

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