sábado, 30 de abril de 2011

No me vuelvan a hablar de Pamplona

Me llama el amigo Luis Mari Juango al finalizar la faena de El Juli en Sevilla: - Buenas tardes, primo. ¿has visto esta sinvergonzada?. No, querido Luis Mari. Estoy en el campo. Tengo labores y hasta la noche no veré la corrida. De todos modos me ha parecido los toros en el reconocimiento que siguen garcichicos, le respondo.- Mira, primico, te llamo porque le acaban de regalar dos orejas a El Juli y si eso son dos orejas, quiero que lo veas, que me llames y, como me fío de tí, si eso son dos orejas en Sevilla me lo diga, oiga. Que parece que ya no entiendo ni de fútbol, así que si es de dos orejas y yo no lo he visto no vuelvo a una plaza de toros y me borro del plus para toda la puñetera vida.- Hombre, primo, ¿exageras?. - No, Patxi, de verdad. Hazme el favor de llamarme. -

Le pregunto de paso por Ponce en el primero y me dice que no ha hecho nada, y que podía haber estado mejor, y nos despedimos, dejándome con la mosca y con ganas de saber qué ha pasado y verlo con mis propios ojos. Desde luego, voy premeditado a decirle a Luis Mari que no son dos orejas aunque lo hayan sido de veras, porque no puedo quitarle la ilusión del calentón.

Llega la cita y sale Ponce, y me piro a preparar la cena mientras va entonando al burelillo al capote. Y llega la faena. Sale un torito indigno para Sevilla, y a la primera vuelta se va Julián a la boca de riego a lancear al capote y mete en la buchaca al garcigrande (??) de manera acelerada. Y tras el simulacro de varas (qué vergüenza que ya no exista este tercio en cuanto salen las figuras con esos bureles elegidos para la gloria. Para la gloria de la muleta.) es reseñable el quite de respuesta a la chapuza de Cayetano. Buen quite capotero.

Y se pone al trasteo muletero, excesivmente inclinado y aunque de verdad coloca la pañosa delante de la cara y le enseña a embestir con corrección al toro, lo hace todo retorciéndose, con la suerte retrasada, sin cargarla porque retrasa la pierna y no encela la series con temple sino aceleradas. Tras la estocada, se desata una locura desmedida y no entiendo cómo la presidenta se lanza tan rápido a regalar la segunda oreja. La primera era lógica por el pueblo soberano, que se ha convertido en clavelero erótico festivo hasta en la plaza del respeto. Barato se ha puesto el Baratillo. Así que querido primo, sigue yendo a los toros, que parece que las palabras de El Juli pidiendo elegir la autoridad y potestad sobre todo el mundo, por encima de los presidentes han dejado mella en la sra. Presidenta de la cuota andaluza, que no ha tenido arrestos de frenar la euforia y no regalar una puerta tan cotizada como la del Príncipe.
Y el día anterior no se premia con justicia los mejores naturales dados hasta el momento, y ahora al todopoderoso maestro de Velilla le regalan por encima de sus méritos, que de justicia es decir que son muchos. Decido les digo sres. sevillanos, que en nuestras discusiones sobre seriedad en las plazas ya no les voy a permitir nunca más que me vuelvan a hablar de Pamplona. Ayer tiraron por los suelos la justicia, la sabiduría y la verdad de la puerta más importante del mundo taurino.

2 comentarios:

  1. Gracias por defendernos de tantos ignaros y paniaguados que pululan por este submundo.Ayer,varios amigos que veíamos la novillada y la puerta pueblerina del coso del baratillo,qué bien puesto tiene el nombre,llegamos a la misma conclusión:no veremos ninguna corrida más de Sevilla.

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  2. Ha dado usted en todo el clavo. Independientemente de la Puerta del Principe o no, esta Sevilla, es desconocida. Muy bullidora. Todavia no comprendo tantos peros a la faena de Salvador Cortes, a ese sexto, no tuviese premio. Me da que pensar, que es que Salvador es eso, Salvador, y no le hecharon cuenta. Y la prensa, ojo, porque como está la prensa. Critican el brindis a Luis Mariscal, por pisar de paisano el albero maestrante. Eso parece que es mas importante que la faena de su hermano.
    Y ya que me permite usted entrar en su casa, Patxi, mi opinión sobre la tarde de El Juli de ayer, es que estuvo muy bien. Pero nunca de Puerta del Principe.
    Es un gran torero pero carece de alma. Si revisamos la Puerta del Principe del año pasado, las dos orejas de este Domingo de Resurrección y las tres orejas de ayer, las faenas son calcadas. Por supuesto no discuto que es un gran torero, pero lo veo una vez y es lo mismo de siempre. Como he dicho, le falta alma.
    De Ponce, me quedo con el comentario de Emilio Muñoz. David Casas le pregunta a Ponce de porque solo una tarde en Sevilla y su ausencia de Madrid y el de Chiva contesta que es que quiere torear menos. Termina la entrevista y Muñoz, serio, dice; Si Ponce quiere torear menos, que no acuda a los cuatro pueblos.
    Con ese comentario de Emilio Muñoz, se explica la actuación de Ponce. Sobran palabras.
    Cayetano no es que no esté, es que no es. Quiere, porque se le ve predisposición, pero es que no puede. Yo, me comparo con el y digo... la diferencia entre Cayetano y yo o muchos que nos gusta el toreo de salón, es que este tiene cojones para ponerse delante de un toro y yo, NO. Porque las carencias que se le ven en el ruedo, son de eso, de aficionado que sabe las cuatro reglas, pero que le faltan cojones para llevarlas a la practica.
    De Garcigrande, hombre, a su favor, que tuvo transmisión, que no se cayó y que se movió. No aburrió, porque el que mas o el que menos, tenia su interes. Ahora, mansa, pues toda la corrida, la mayoria sin raza, por no decir todos. Pero vamos, que salieron como viene saliendo esta ganaderia, aborregada y sin muchas complicaciones para el torero.
    Hoy, un periodista, en su blog, critica a los aficionados que pitan a mitad de faena. Que eso es de mal educado, que hay que esperar a que se retire el torero de la cara del toro, o cuando lo arrastren las mulillas. Y a mi, eso me molesta, que diga eso un periodista. Porque si a mi, un torero, me aburre, me cansa, debo expresar lo que siento en ese momento. Y eso siempre ha sido asi, en Sevilla, Pamplona, Madrid y en cualquier lado. Porque no hay peor cosa que un torero siendo pesado delante de la cara del toro. Eso duerme hasta el mas despierto. Prefiero una bronca a que me llamen que aburro. Pero la prensa está complicada.
    Esperemos que haya mas rigor en lo que queda de Feria, pero siempre se ha dicho, que a partir del fin de semana anterior a feria, la afición es otra. Esperemos que esa otra, sea la que lleve mas cordura.
    Un saludo.

    ÁLVARO

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