La tarde empezó con la amargura de volver, en menos de veinticuatro horas, el paseillo donde ocurrió ayer la culminación de la tragedia. El final de la de ayer, y las noticias que seguían, nos dejaban helados, sobrecogidos, con las pupilas llorosas. Recuerdo intentar escribir algo, y no poder articular frase alguna. Mis charlas con nuestro común amigo Iñaki, que estaba aun en su trabajo y le iba informando de todo lo que ocurría, desde la enfermería hasta el hospital, hacían que mis lágrimas afloraran. Y es que, Iñaki, amigo de Juan José desde hace muchos años, estaba muy tocado. Algunos recordarán el capotillo de paseo que Padilla llevaba el domingo 10 de Julio. Ese hermoso capote con San Fermín en su espalda, regalo del amigo Iñaki, al que más tarde el 'ciclón' brindóle el toro de Miura. Orgullo de amigos, y que hacía que Iñaki, cerrara el negocio y se planteará salir zumbando hacia la capital maña. Aunque lo primero era hablar con Lidia, su esposa, y ponerse a su disposición.
Esta mañana, a eso de las ocho, sabedores del parte, de lo complicado de la situación, un rayo de esperanza iluminaba el día. Padilla es de otro mundo. Seguro que, no sólo sale adelante, sino que además volverá a los ruedos. Sobre ese pensamiento, comenzaba a divagar, frase a frase, no sé si creyéndolo por necesidad personal, o acaso, porque 'el ciclón de Jerez' es mucho 'ciclón, y le sobra casta por arrobas.
Y comenzó el festejo pilarico, con tres gentes con hambre y ganas. Cada uno, en su medida, quería dar lo suyo. Demostrar porqué son toreros, porqué son de otra pasta. Y es que tiene que ser muy duro, viendo como un compañero podía haber dado por terminado su carrera en esa misma arena salir a la plaza como si nada hubiera ocurrido. Marín, que ayer estuvo en medio de toda la historia, comenzaba desplegando con gusto el capote, y enseguida, brindaba ante las cámaras del plus, por la buena suerte del maestro. Repetían Alvarez y Mora.
Al final de todo, veíamos un gran festejo, con toros de Antonio Bañuelos de buena corte, nobles los de Marín, con buena raza y condición los de Alvarez, y más duros y ásperos los de Mora. Los de este último, tercero y sexto, que antes de entrar al caballo intentó saltar las tablas, inciertos y sin posibles al pensamiento de aficionados, público y locutores, pero que fueron citados por la muleta más poderosa del momento. Y es que, cuando un toro complica la lidia, que es lo que debe hacer, y aparece un matador que se los quiere comer, David Mora, llega la emoción y la mística de la transmisión.
Pero, alejado del resultado de los trofeos, hay varios momentos que han dado luz y alegría a la tarde. Y no me refiero a lo bien que han estado los 'toros del frío'. Tampoco a las buenas intenciones de Marín y Alvarez. Ni siquiera al portentoso faenón de Mora en el tercero, ni las dos increíbles primeras series de su sexto. Hoy, lo más grande han sido las buenas noticias que llegaban desde el hospital.
Primero, la fuerza de convicción de 'panaderito de Jerez', padre del 'ciclón', en que su hijo salía sí ó sí. Luego, Toño Matilla, que comenta que el matador se ha despertado y que le ha pedido que no cancele las corridas contratadas en América, que estará dispuesto. Más tarde, Mora, visiblemente enfadado por la no consecución de su merecida segunda oreja en el tercero, que decía que había faltado sensibilidad y correción en el palco, ante la gran petición del público, y no por el tema de las orejas de marras, sino porque, después de lo ocurrido ni hacía veinticuatro horas, no se podía escatimar los esfuerzos de estos gladiadores. Y recordaba a Padilla, sin parar.
Y, sin duda, hoy ha sido una tarde redonda. Por la corrida que hemos visto. Por la sensibilidad de la plaza, del twitter. Pero, sobretodo, porque Juan José va p'alante. Y como decía en el pasado post, con este hombre, 'escapa guadañas', no se puede acertar. Y hasta Molés, como si hubiera leído lo que escribía esta mañana, al final de la tarde ha dicho que veremos a Padilla, aunque sea con parche en el ojo izquierdo, salir a torear a una plaza. Y, ahora aun más, creo que por encima de un deseo, va a ser una realidad. Y por eso, #fuerzapadilla.
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