Leemos, y vemos, detalles de ayer en las corridas estrella del día, como eran la de Valladolid y Almendralejo, que nos viene a dar la razón sobre los diestros José Tomás y Perera que venimos hablando hace tiempo.
Empiezo por el festival en cuanto a toro, el encierro de Perera en Almendralejo, donde todo fue motivo de euforía. Los de Canal Sur están que no cagan, después de, en dos días, haber enseñado 19 orejas en las manos de cuatro diestros. El domingo los desechos de tienta de vaca vieja, pero qué buenos, de Victorino en Villaluenga (Cádiz) que dieron 9 orejas a Rafaelillo, Víctor Janeiro y Salvador Cortés (el que mejor, más toreo, más disfrutó y entendió a ese ganado). Ayer, entre sus paisanos Perera parecía el héroe americano, el superman que aun haciendo algo mal hecho, se convertía en bueno con su empaque y variedad y se chupó ¡10 orejas y un rabo! Iban para nueve, como el domingo anterior, pero regaló el sobrero, tipo Méjico. Es difícil aguantar una corrida del mismo hierro para un sólo matador, por lo clónico que son hoy en día. Pero este muchacho de La Puebla del Prior, es uno de los que mejor se pueden apañar, hoy en día, en las encerronas. Los cuvillos fueron al dente, perfectos, y en vez de ahí debieran estar en otros lares, con otro matador, que está que no se encuentra. En fin, aunque entre paisanos, en la placita que era que ni siquiera llenó, euforia, toro de regalo, demasiado arrastre, un solo matador, hay que felicitar al diestro por su esfuerzo, su estilo, su poso... Y es que a este muchacho no le van las primaveras. Y los finales en alto, los fines de temporada le van que ni pintados.
Ayer, en la séptima corrida de JT esta temporada, tocaba la Feria de Valladolid, gran ciudad de provincias, donde el de Galapagar hacía su nueva incursión, en lo que hasta ahora está resultando una especie de vía crucis, que esperemos no termine en crucifixión general.
JT no está ni en condiciones plenas, ni con la cabeza tan fría después de lo de Aguascalientes. Tiene un andar y un estar que vuelve loco a sus partidarios como hace dos mil años un pescador de hombres embrujó por su serenidad, saber y demás a las masas locas. Perdonen los símiles. Pero, no me dirán que aquel hechizador de hombres, con su cohorte de apóstoles y miles de partidarios era seguido por ricos y pobres, allá donde fuera. Les daba nuevo aire, algo que no tenían. Hacía cosas con una forma de ser, de ver la vida, que ensimismaba a sus allegados y ensoñaba a las masas. Incluso publicanos se mezclaron con putas, ricos con pobres, brazo con brazo por poder acercarse al mago, al hombre sencillo parco en palabras y hechos, pero demoledor cuando salían de su ser. No me dirán, que aunque sigo dictados del libro sagrado de los cristianos, no pudieran bien mismo, ser dictados por Boix, Ramos, El Peti, por ejemplo, sobre un hombre hechizador en la religión táurica que llena cosos, como aquel colinas, unos para escuchar dulces palabras y ver hechos, otros para ver hechos que suenan a dulces palabras.
Hay algo de público, mejor, masa jaleadora en ambas corrientes. Hay algo de cercanos con el cuchillo a la espalda. Esas enfervorecidas masas son estas. Tenemos hasta un José de Arimatea en gente como Leopoldo Gil, y muchos más como él. Nos encontramos con discípulos antiguos que ahora no lo tienen tan claro, como Javier Villán, que bien podía ser el Iscariote (perdóname esta maldad, Javier que sé que no te vendes por unas míseras monedas), cercanos a su idea que no racionalizan el momento, como mi querido Víctor Soria, que no ven más que el flotar sobre las arenas de su mesías. Y por supuesto, el poder, el Sanedrín en el Caifás Molés y su gente.
Con todos estos predicamentos, esta situación, estos cuatro años de toreo, de los 30 a los 33 fue el tiempo de Aquél, no me dirán, que el paso por las estaciones, la séptima ayer, no comparte similitudes en cuanto a que, algunos se empiezan a cansar, y hay muchos que lo quieren vender por menos que aquél Judas. Ya se oye que el discurso se agota, que si el peligro de JT es tremendo para el poder establecido. Hasta su más fiel seguidor, el ganadero Alvaro, queda de lado. Aquel hermano Lázaro, que en los peores tiempos de crisis resucitó su ganado en dinero a más, no se encuentra disponible en estos instantes. Y no sé si podrá recibir mensajes en su buzón de voz.
Esos pitos de frustración, lo eran, ayer, por no haber cortado orejas, o porque la pasta gansa gastada, el mensaje que se espera recibir, no termina de ser el que uno aspira. ¡Vamos a ver! ¡Estamos o no en guerra contra todo lo establecido! Esto es una revolución para echar a los romanos poderosos, o simplemente hablamos de otro mundo, de otra idea. Otro Platón con su caverna, sólo que cambia la concepción de la idea por el amor-arrimón, la compostura y la firmeza.
Y es que en la séptima estación Jesús cae por segunda vez.
Sigo disculpándome por los símiles que no pretenden ser irreverentes con los partidarios de ambas religiones, la cristiana y la tomista. Pero, parece que aun son los tiempos de Aquél, veremos si el particular vía crucis de JT, no lo lleva ante la entrevista plusera, la cámara molesera, y a morir en su calvario particular con la lavada de manos del empresariado. Aquél, cuentan, y es fe, resucitó al tercer día. Este aun está por la séptima estación. Y ojo que la octava fue el lloro de las mujeres de Jerusalén. Veamos si vamos todos a llorar por muchas cosas más de las debidas en el fin de Barcelona, con el mesías JT, que puede transfigurarse en la arena, pero no es Hombre y Dios como Aquél.
Foto Reuters de elmundo.es JT en Valladolid.
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