AFICIONADOS CONTRA FESTIVAL

Como viene siendo habitual, los festivales son una forma de seguir toreando y mantenerse en auge desde que termina la temporada hasta que inicia en todo su apogeo. Los toreros, matadores o novilleros, de oro o de plata, se vuelcan en estos festejos festivos, lejos de la seriedad de una corrida sacrificial, apoyando a multitud de asociaciones, ayudando a compañeros, y se presentan vestidos a la campera para disfrutar de un trámite necesario para su entrenamiento sin llegar a comprometer el festejo como algo crucial y mítico. Eso quedará para la seda y el hilo de oro.
Llegado a este instante, ayer mismo se celebró en Alba de Tormes, Salamanca un festival a beneficio de la Asociación de Presidentes, que dio un indulto, una propina con doble desorejamiento a un ¡octavo toro! y todos los parabienes que quieran leer y escuchar, pero que al final me dice que tres toreros del momento, Juan Mora que a sus 47 años parece que alguno lo acaba de descubrir, Enrique Ponce, eterno en su faenar, y El Juli, la figura que tira de carro en este momento, junto a cuatro más, dos matadores de la provincia, Eduardo Gallo y El Capea, junto a dos novilleros también de la zona, Juan del Alamo y Angel Bravo, salieron a disfrutar, sentir, intentar conectar con el burel, más relajados que si fueran con el vestido y a echar una buena tarde de toros para los aficionados. Para ello debieron contar con un ganado de festival, toros normalmente gachos que no son del gusto actual de ninguna plaza y que los hace difícil de enlotar salvo en estos eventos, pero que, sea como sean, no dejan, primero, de ser un toro, segundo, de poder ser un 'dije' de trapío, salvo por la cara, y tercero, de romper en una máquina de embestir, en bravura sin par.
El caso es que hubo un indulto a un 'garcigrande' de febrero de 2.007 a manos de El Juli, y el regalo del octavo citado, también de Garcigrande, al que Ponce cortó dos orejas y eso hizo que la larguísima tarde terminara cuesta arriba. Y fuera de valorar lo citado hasta ahora, quedo realmente sorprendido cuando leo comentarios del aficionariado protestón, y le llamo así, porque hay mucho aficionado que se ha funcionariado en su continua crítica, protestona y destructiva porque sí, y a todo 'largan' aquello de que esto se acaba y lo vamos a vivir, ¡ya lo verás!. Mismas palabras que para los leídos y estudiosos demuestran, nada más, que este tipo de gente han existido en todos los siglos, en todas las épocas, porque a finales del dieciocho, durante tres fases en el diecinueve y, sobretodo a primeros del veinte con la retirada de El Guerra y luego con la de la edad de oro, críticos y aficionados reconocidos sin par ya anunciaron que esto tenía los días contados. Y entre trescientos y cien años atrás ya lo predijeron los agoreros, lo que pasa que como no se mojaron en cuándo, e igual si se levantan de sus lechos dentro de mil años y esto del toreo, se ha finiquitado, volverán a 'largar' aquello de 'ya lo decía yo', pero a mi no me sirve el ¡ya lo verás! porque si no se han reencarnado no lo han visto.
Digo esto, porque leer a supuestos aficionados decir que ni los presidentes saben el reglamento porque no se puede indultar a un novillo, decir que ahora los presidentes, como les deben un favor a estos toreros por llenarles las arcas, les regalarán los trofeos en las ferias, que como están en la Mesa del Toro como los matadores no podrán enfrentarse a ellos, que si incurrirán en lo que se denomina 'un cohecho impropio' (¿¿¿eeehhhh???), que si El Juli es destoreador, que si ¡vaya vergüenza de toritos!....... Y si esta flor y nata del aficionado, que dice que así se termina esto, no sabe que el Reglamento de CL en su art. 12 dice que los Presidentes son los Alcaldes o quienes ellos deleguen entre ediles o personas de contrastada afición, por lo que no son asociados de ninguna asociación, ni saben que en dicho reglamento no se estipula la prohibición del indulto en festivales, que si a un toro de febrero de 2.007 le llaman novillo, que los presidentes están por encima de lo que digan los toreros, a los que en demasiados casos se enfrentan, y luego tienen que claudicar ante el público follonero y peticionario que regala la oreja, que los festivales son una prueba de verdad para los ganaderos, que desde luego no mandan desechos de tienta sino que eligen por las caras, y que siempre quieren hacer lo mejor, a su entender, no al parecer mío ni de nadie, ya que eso es lo que les dará el poder y el dinero para rentabilizar su ego y su explotación...si todo esto lo desconoce alguien que se dice aficionado, igual por ahí es por donde se acaba esto. Y ese es el problema, que no lee ni 'blas', que parece ser que nadie quiere aprender porque todos lo sabemos 'todo' ya, que 'largamos' de todo sin los datos pertinentes, y así nos va. Como comprenderán, a mí esto es lo que realmente me preocupa y me importa. Desde luego, lo que hayan hecho en un festival como el de ayer, cuyo fin era el que la gente se lo pasara bien, la asociación sacara unas perras y los toreros se probaran en serio delante de unos toritos seleccionados para ello, no me importa porque, creo, que no es importante. Y que el toro indultado signifique una aberración por ser un festival, menos. Ahí lo importante es si realmente se merecía el naranja, si de verdad el ganadero lo va a echar a padrear, o quedará apartado y quemado en la dehesa.
(fotos de Javier Arroyo para burladero.com)