Manuel Martínez Erice (Foto burladero.com)
Llegan los carteles de Madrid. Llegan los carteles de la primera feria del mundo, aunque luego los tópicos 'de Madrid al cielo' hasta el guerrista 'en Madrid que atoree San Isidro', no se cumplan siempre. Y con ellos llega la histeria que nos entra a todos pensando en que la feria más larga de la temporada no está nunca a nuestro gusto. Y cierto es que nos sobran muchos nombres y nos faltan otros tanto a todos los aficionados y taurinos. El seguidor enfermizo, es decir, el aficionado de verdad, no sólo el que va a los toros en su pueblo, sino la minoría, el lector, seguidor, investigador, amante...en una palabra, el aficionado, piensa en esta feria año a año como el cúlmen de todo el año y desea ver siempre lo mejor. Sin embargo, por procesos devenidos de la hipoteca venteña, de la situación empresarial, del negocio del cambio y de muchas otras situaciones por todos de sobra conocidas, y que imagino surgirán en estos próximos meses, aún sin querer, San Isidro no pone de acuerdo a nadie.
Lees los comentarios de unos y otros, y entre unos pocos aficionados no se ponen de acuerdo, y hace pensar aquello que dicen los futboleros que en España hay cuarenta millones de seleccionadores. En este caso, podríamos decir que cada aficionado pondría sus propios carteles.
Dentro de lo que se barrunta, los portales van poniendo sus quinielas, cerrando sus carteles que conocen por los toreros, apoderados y ganaderos, y la empresa dice que el martes serán dados públicamente. Entre medio, el digital diariocritico.com ha colgado una entrevista webera entre el personal que ha querido mandar sus preguntas y la empresa, representada por Manuel Martínez Erice, interesante más por las preguntas dadas por el aficionado que por las escuetas y parcas respuestas de Manolo, aunque cierto es, que algunas han tenido su miguita.
De las muchas preguntas y respuestas que pueden leer sobre los toreros, el abono cautivo, la no conveniencia de mezclar el apoderamiento con el empresariado, sobre la mesa del toro, carteles y demás, a las cuales escuetamente responde, la primera y la número veintisiete dadas por el mismo aficionado me son más que familiares, y las reproduzco:
Hola. Ya sé que es muy difícil, pero si no lo hace el empresario de Madrid, quién lo va a hacer. Me refiero a lo ideal para los aficionados: meter en un bombo las ganaderías y en otro los toreros y sortear. La idea es buena, ¿no? Gracias y suerte. Enviado por Alejandro
Buenos días. Encantado de charlar con los usuarios de Diario Crítico. Esta idea que propones, Alejandro, es antigua. La he escuchado muchas veces y ojalá se pudiera hacer pero creo que no es posible.
Gracias por su respuesta de los bombos y los sorteos, pero me dice que no es posible, ¿porqué? Gracias de nuevo
Enviado por: Alejandro
Porque los toreros, evidentemente, no aceptarían. Me temo que si se lo proponemos, como es lógico, dirán que no.
Esta vieja cuestión muchas veces se ha presentado. Recuerdo una tertulia radiofónica con los mayorales de las ganaderías sanfermineras en las que uno de ellos planteo esta situación y casi todos los demás le trataron de loco, o se rieron. Y recuerdo, que yo dije lo mismo que ha respondido Manuel, y dije que, por lógica, los toreros no aceptarían.
Mucho se ha hablado de por qué los toreros hacen y deshacen a su antojo. Mandan sobre los ganaderos, les hacen afeitar los toros, van juntitos a lo cómodo, apenas hacen hoy en día un esfuerzo, etc. Todos hemos oído y leído, además, de algunos escrito, muchas veces temas de este calado. Y con las reuniones de los últimos tiempos entre un grupo de toreros con los políticos, con los empresarios, para más inri, parece ser que siguen a lo suyo y no se dan cuenta que están exacerbando más, si cabe, a los aficionados, de los que olvidan somos el sustento de sus bolsillos. Y sea por esa idea antigua, sea porque todo se asemeja al primer espectáculo del pueblo, sea porque a la peña le está mosqueando las pretensiones de las figuras taurinas, cada vez más de porcelana y más alejadas del pueblo soberano, está abriéndose paso la idea de como si de la liga o de la champions league se tratara, los toreros del grupo especial debieran pechar con todo lo que se presenta en las ferias. Y cada vez más, vemos que eso debiera ser lo lógico. No lo contrario. ¿Sería bueno el sistema del bombo? No lo sé, la verdad. Pero el empresario que fuera capaz de organizar una feria con este sistema se afamaría de tal forma, tendría tanta presencia en los medios, tanto bombo y platillo que igual volvía a ilusionar a gente desaparecida de esto, aburrida de los cameos y trucos de los mandones. Porque el argumento de los defensores de este sistema es muy válido. ¿No son Juli, Ponce, Morante, Perera, Castella, Manzanares los mejores? ¿ No son los que mejor torean, los que pueden con todo? Entonces, ¿Cómo no van a poder torear Miura, Dolores Aguirre, Victorino, Cuadri, Palha y el Cura Valverde si hace falta? Y ahí está el quiz de la cuestión ¿ realmente son los mejores, los que más pueden? Porque leído por ahí está que si el Madrid se enfrenta a quien él quiera en vez de a quien le toque igual el fútbol sufría la agónica situación del toro.
Lo único lógico a día de hoy, pienso yo, es que si tan mal estamos, si tantos problemas nos ponen desde fuera, si tanto nos quejamos de lo poco que se cobra respecto a otras épocas, si los del grupo especial no se ponen las pilas y hacen como las figuras de otros tiempos, y matan todo lo que salga en las ferias, lo normal es que se les dé cada vez más de lado. Así que, igual hay que cambiar el chip, y si ellos no quieren hacer los esfuerzos, imponer el sistema de bombos que decía, años ha, mi amigo Pizarro, no sólo no es descabellado sino pertinaz.
Esta vieja cuestión muchas veces se ha presentado. Recuerdo una tertulia radiofónica con los mayorales de las ganaderías sanfermineras en las que uno de ellos planteo esta situación y casi todos los demás le trataron de loco, o se rieron. Y recuerdo, que yo dije lo mismo que ha respondido Manuel, y dije que, por lógica, los toreros no aceptarían.
Mucho se ha hablado de por qué los toreros hacen y deshacen a su antojo. Mandan sobre los ganaderos, les hacen afeitar los toros, van juntitos a lo cómodo, apenas hacen hoy en día un esfuerzo, etc. Todos hemos oído y leído, además, de algunos escrito, muchas veces temas de este calado. Y con las reuniones de los últimos tiempos entre un grupo de toreros con los políticos, con los empresarios, para más inri, parece ser que siguen a lo suyo y no se dan cuenta que están exacerbando más, si cabe, a los aficionados, de los que olvidan somos el sustento de sus bolsillos. Y sea por esa idea antigua, sea porque todo se asemeja al primer espectáculo del pueblo, sea porque a la peña le está mosqueando las pretensiones de las figuras taurinas, cada vez más de porcelana y más alejadas del pueblo soberano, está abriéndose paso la idea de como si de la liga o de la champions league se tratara, los toreros del grupo especial debieran pechar con todo lo que se presenta en las ferias. Y cada vez más, vemos que eso debiera ser lo lógico. No lo contrario. ¿Sería bueno el sistema del bombo? No lo sé, la verdad. Pero el empresario que fuera capaz de organizar una feria con este sistema se afamaría de tal forma, tendría tanta presencia en los medios, tanto bombo y platillo que igual volvía a ilusionar a gente desaparecida de esto, aburrida de los cameos y trucos de los mandones. Porque el argumento de los defensores de este sistema es muy válido. ¿No son Juli, Ponce, Morante, Perera, Castella, Manzanares los mejores? ¿ No son los que mejor torean, los que pueden con todo? Entonces, ¿Cómo no van a poder torear Miura, Dolores Aguirre, Victorino, Cuadri, Palha y el Cura Valverde si hace falta? Y ahí está el quiz de la cuestión ¿ realmente son los mejores, los que más pueden? Porque leído por ahí está que si el Madrid se enfrenta a quien él quiera en vez de a quien le toque igual el fútbol sufría la agónica situación del toro.
Lo único lógico a día de hoy, pienso yo, es que si tan mal estamos, si tantos problemas nos ponen desde fuera, si tanto nos quejamos de lo poco que se cobra respecto a otras épocas, si los del grupo especial no se ponen las pilas y hacen como las figuras de otros tiempos, y matan todo lo que salga en las ferias, lo normal es que se les dé cada vez más de lado. Así que, igual hay que cambiar el chip, y si ellos no quieren hacer los esfuerzos, imponer el sistema de bombos que decía, años ha, mi amigo Pizarro, no sólo no es descabellado sino pertinaz.
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