¡Esto no es serio!

¡Vaya comienzo de la Feria de Fallas! ¡Alguien entiende esta historia del regalo! Para mí, esto sí que es abrir la caja de los truenos.
¿Alguien puede entender lo hecho hoy por Vicente Barrera? Yo, no.
Seis toros de El Palomar, en sus dos hierros, con un tercero de grandísima nota y que gracias a la suerte que nos toca a los aficionados ha sido El Juli si lidiador. ¿y cómo se la ha jugado en el sexto? Con una corrida que no ha sido del todo definitiva, claro está, pero ¡eso es la noticia de la tarde? ¿lo ha sido que El Juli no haya recibido su ovación? Por desgracia para la fiesta en general, la tragedia se ha convertido en un circo. Lo que ha hecho Vicente Barrera con el regalo del sexto ha sido una charlotada en todos los sentidos.
Lo primero porque él mismo ha reconocido a las cámaras pluseras que no era su último toro, sino que amenaza con volver en San Jaime.
Segundo, porque a pesar de la posible laguna legal la razón está en contra de la suerte necesaria, que empieza por la recogida de la bola, o el papel a la mañana en el sorteo.
Tercero, y a parte de la lluvia, porque los que se han quedado han jaleado los pases deslavazados realizado a un flojo zalduendo, en un firme inconcebible, le han tocado la diana floreada y han terminado con regalar una patochada de oreja. ¡Infumable!
Y cuarto y termino, porque nos ha puesto de tal mal humor a los amigos que estabamos viendo esto, que igual me lanzo a decir improperios que no debo. ¡Se imaginan, si por un casual hubiere ocurrido algún percance? entonces no es para pedirle a Vicente que deje esto mañana mismo, que lo debiera hacer, sino que es para quemarlo con el primer 'ninot' en las fiestas valencianas.