Ultimas fotos desde las alturas solaneras, donde empezó la tarde sin música, siguió con ella, llegó la tragedia viva de la posible muerte, acabando en cabreo monumental para muchos de los aficionados que pastan por estos lares. Y es que la sombra vuelve a regalar orejas festivas, quizás, a quien menos falta le hace, pero que es quien más les ha calentao esta feria. Sin embargo, el aficionado, mucho más en sol de lo que parece, se sigue encontrando indefenso ante la sombra regaladora. Mucho meterse con los tendidos de sol, más sosos, mansos y tristes que nunca, y resulta que nadie se acuerda de lo desagradable de personajes que deambulan por la sombra. Listillos, memos, borrachos, gente que quiere destacar con su 'Môet', marisco y demás esfuerzos para que le vean. Y seguiría con la retahila si no fuera porque, al final, hay que respetar a todo el mundo, pero en todos los tendidos. Y si a la gente le duele ver sufrir en exceso al animal, tendremos que intentar hacer las cosas mejor para que no ocurra, y no pensar que somos todos animalistas. Lo que si somos es humanazos. Y, por desgracia, en demasía.
Gracias por las fotos Angel.
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