Respuesta sobre Comadroso

Sigo al ordenador a estas horas. Hoy como solo. Estoy sentado en el salón de casa decidiendo si me levanto ahora, o dentro de un rato para hacerme la comida. Estos mayorales me han abandonado. Hoy teníamos una comida en la sociedad Biltoki, que el bueno de Enrique y varios colegas les preparan todos los años alos mayorales, y a la cuál me invitan desde el principio. Eso sí, yo astillo como uno más. Bueno, pues también les han puesto los cuernos. Y a mí no me patece otra comilona con cháchara y explicaciones. Me apetece sentarme en mi sillón. Más bien tumbarme. Ponerme el soporte y el portátil encima y escribir lo que me salga de la inspiración. Así escribo siempre. No pienso. Actúo. Y como ya estoy de vuelta de la vida, porque vivo de prestado hace mucho tiempo, me la trae al pairo las 'cagadas' que me pego.
Y en esto que el bueno de Angel, un colega y amigo, que comparte pasión, me pasa las fotos de Comadroso en la plaza y en el campo el año 2.008. Y como estoy vago, no hago ni buscar las mías, aunque tampoco sé ya si esa foto es mía o no, porque como circulan por ahí sin frenos y cuesta abajo, ya pierdo la memoria. Así que para la duda que me ponían sobre si era similar, cosa que para mí no, a pesar de que el 40 Comadroso de hoy comparta padre y madre con aquél. Y como una imagen vale más que mil palabras, ahí las tenéis y nos quitamos la duda.

Y ahora vamos a hacer un esfuerzo en buscar en el archivo foteril qué hay del de este año 2.011.

Este es el pavo nuevo, y or el que se van a pegar de tortas en el sorteo. Ya verás, Angel, como luego sea una castaña. El caso es que esa madre con la línea de 'Toquetito', el semental del cuál nadie se acuerda porque les llaman los comadrosos, no ha fallado todavía. Todo vaya a ser que el sábado que viene sea la primera.

Por cierto, no he comentado lo de los colegas de los corrales. Porque no les puedo llamar crápulas porque no lo son. Están a todas horas allí. Se desayuna, come y cena en corrales, se sale entre horas a dar una vuelta, a tomar un café. Pero, como los últimos años, ya no se sale a comer y cenar a ningún bar. Se va al mercado viejo de Santo Domingo a hacer la compra, y se guisa, fríe, prepara, todo en el hotelito, planta baja.
Lo que les ha ocurrido es que ayer, a las nueve de la noche, al teléfono de Juan Cid, llamó Miguelito, hijo del actual Miguel, nieto del sabio crack, El Potra y hoy comida con él todo el mundo. Y luego saldrá a la carrera a Guadalix para el embarque de esta tarde, casi noche. Y a la llamada del veedor, todo se cancela.
- Tú también te vienes, Patxi - me dice al momento Fernando Pizarro. A lo cual con inteligencia me tapé porque no soy invitado a ese sarao, a pesar de que si apareciera no habría miradas raras de nadie. Lo digo porque algún otro año, Miguel me ha invitado a mí también.
Y además, estoy mejor tumbado en el sillón. Y aún sin preparar la comida. ¡Qué pereza!

¡Ya no falta casi nada para la Feria del Toro!