Comenzar diciendo que salió una escalera de corrida a la plaza, no es nada bueno. Ya en los corrales se dibujaba la ochena diferenciada que nos traían desde la granja de El Grullo. Recuerdo una tarde - noche que pasé a pillar a uno de los toros que me faltaban de objetivar, cuando me sale al paso Antonio Orihuela, el mayoral llegado al Gas, que me dice que no hay nada de cena, si les podía acercar algo de casa, y le salto que tienen fuera una lata y sardinas. - Que va, si no hay nada! - me dice, mientras guiñando un ojo a los otros tres mayorales presentes, le señalo una lata vacía, y le digo que vaya al corral a por la tres sardinas que ha trído, que caben en el puchero. Me libré por los pelos, que Antonio es muy suyo, y un poco bruto.
Seguir informando que lo de Cuvillo este año tenía problemas de encaje en grandes ferias, y que toros de Pamplona fueron a Madrid, algunos quitados por falta de trapío, para luego recalar en la Feria del Toro, salvando alguno el mes y medio largo de diferencia entre citas con un poco más de peso que el venteño, es decir más de lo mismo. El toro piscifactoría que le llama el amigo Lucio, y que sin embargo, viene con leña astifina, y hechuras muy diversas.
Comentarles que las peñas comenzaron desde el inicio hasta el segundo toro, en silencio y como protesta por la imposibilidad de tocar cuando a ellos les dé la gana. Y lo que la sombra se lo agradeció, porque igual se piensan que sin ellos no hay toros. Sin ellos habría menos gente en la plaza, más seriedad en el festejo, más respeto y los aficionados contentos, el público descolocado, y la empresa 'tiesa'.
Y lo malo de las peñas es que no tienen iniciativa ni emoción. Antes eran más salvajes, más gamberros, pero había imaginación, y cuando se sentó esa mierdecilla de segundo toro, lo normal era saltarse la prohibición de la música y ponerse a tocar "Susanita tiene un ratón..." Y si esto seguía por los mismos derroteros, terminar con "Había una vez...Un circo.."
Para entonces, Juan Mora no había hecho nada en el primer peldaño de la escalera, silbado al arrastre, aunque no tanto como este de El Juli, lleno de recursos, rápido, ágil, atento a lo que sucede en el ruedo y con verdadero halo de figura, cuyo arrastre fue un clamor del despropósito que veíamos. Y eso que sabíamos de antemano que la Feria del Toro tiene que hacer un guiño para que lleguen figuras a lustrar carteles, y que aún así, no vienen todas las debidas.
Y el siguiente, otro silbado toro, un tercer peldaño, que nos deja con un espigado tipo, pajuno perdido que responde al nombre de Castella. Este diestro galo-polaco-sevillano, tiene muy claras las ideas, y siempre realiza el repertorio de la quietud que asombra, o el doblismo hasta el encimismo ahogador. Y es que ese es su concepto. Y cuando no hay toro, es que no estaba en su concepto. En vez, de irse a por él, el burel es el que debe ajustarse a su 'concepto'. ¡Vamos! ¡Las palomas contra las escopetas!
Encima de todo esto, es que el pavo se viene a la ciudad de los gestos bravos, y en vez de lidiar como siempre, pase cambiado y demás, nos tira vía encimismo ahogador ante otro toro corraleado.
Y cuando los mensajes se cruzaban para que se tocara lo del circo al unísoro, sale el cuarto, embarca en un derrote a un pase a pies juntos de Juan Mora y le revienta los 'güevos'. Momentos que Juli toma la responsabilidad, y le avían a Juan un improvisado vendaje. Sale renqueante, mareado, da la sensación, y sus peones colocan al de la granja de El Grullo al caballo y bregan los pares. Vemos un Juan Mora, entre mareado y firme, con ganas de hacer mejor las cosas, pero señores, y esto es duro de decir, Juan Mora está lejos de ser el que fue, ni en estos muletazos, porque, nuevamente, es pillado de forma fea, y salvado por El Juli, que tampoco puede hacer más cuando le mete otro tabaco que lo lleva a los terrenos del Dr. Hidalgo sin remisión. Ahí se termina la historia del cuento y del silbido, y volvemos a la realidad de que el toro puede matar, ¡debe matar! porque si no, perdemos el oremus, sin ese miedo y peligro, cualquiera en el tendido se liaría la manta a la cabeza y saltaría a su minuto de gloria y tragedia. Esas cornadas nos devuelven a la Feria del Toro, afeada dos tardes, las de las figuras extrañamente.
Las cogidas cambian el rumbo de la tarde. Juli, sereno, liquida a ese cuarto, y con aviesa premeditación, su mente preclara resuena en los oídos de los buenos aficionados: ¡señores! Voy a por la Puerta del Encierro. Su expresión, su cara, la ineptitud en las varas que no dan ni mancha al morrillo, la ligereza en los pares, ¡todo! hace ver a una ruidosa plaza, en esos instantes, que se va a comer al toro. Astifino con puntas vueltas, que nos recuerda que eso es lo mejor de la casa. Sí, sí, así son todos los pitones de estos bureles en el campo. Otra cosa es que no se vean de tal maduración en todos los lares. Y, guste a quien guste, El Juli se mete a la peña en el bolsillo, realiza tandas de mérito, zurdados mimados, y se le va la espada porque se traga al toro. Y ya no anoto más. Termino mis notas en esta feria. La presidencia ha concedido las dos orejas. Y un 14 de Julio más, perdemos el norte, cuando se había mantenido la seriedad, salvo la gracia echa al mismo diestro por la edil Caballero. ¿Y saben por qué pasa esto.? Porque no tienen rigor, no escuchan al asesor, van con premeditación a no tener líos ni problemas. Y muchos ni les gusta lo que ven, pero ahí están. Y saben Vdes. que ediles, consejeros y demás fauna política le habían dicho al de la chistera de turno, que hoy es fin de fiestas, así que sé generoso, regala todo, que dés muchas orejas, que... Y que el asesor le dice que aguante que es baja, y él que ¡es que...! y el asesor que lo entiende y le deja claro que el presidente es Vd. ¡ancha es Castilla!
Sentado, pensativo, me doy cuenta que El Juli ha tirado del carro, pero mis dudas son incuestionables, al conocer verdades superiores sobre una faena artística sin remate en los aceros. Y que ya ha dado la vuelta entre el jaleo de la gente, y yo que pensando, pajuno tipo Castella, ni me entero que el sexto y último de los Sanfermines está en el ruedo. Miro, y no veo. Veo, carne, eso sí, feo animal que se colocaba en el corral detrás de las sardinas hermanas y les sacaba una cuarta. Y Castella que no me dice nada, y pasa con el lote que le toca, coge su tela, ya pagada a las 12 del mediodía, y se pira para otro lugar.
Ligero y cabizbajo, me citan en un local para decidir el premio a la mejor faena, a la faena más artística, y pensando, pensando, no he visto ninguna que me llene, salvo lo de david Mora, pero esa fue de poder, no 'artística', o la de Perera, que fue de quietud y poso, pero no del todo artística. La de Fandiño con altibajos, la nula de Jiménez, o las menos nulas de Pinar, y sigo pensando que mejor lidiar con los premios de los cuadrúpedos que con los de los bípedos.
La Feria del Toro 2.011 ha terminado, pero aún quedan muchas cosas por contar, porque quince horas al día alrededor del toro, da para mucho. De todos modos, ¡ya falta menos para el glorioso San Fermín!
uff, muy diferente ví yo las dos faenas de Juan Mora...
ResponderEliminarCualquira de los naturales que dio ayer valen más que todos los trapazos que se han dado en San Fermín 2011 (quitando la buena faena del otro Mora e incluyenod las 5 orejas de Juli)...y no hablemos de los doblones
Ayer me decía una de las personas que más saben de esto que el toro solo coge, salvo accidente, al que torea de verdad y me decía: "como a Camino, Ostos, el Viti, Antonio Bienvenida, o JT... al que decarga y torea para fuera...le cogen poco" (juli, manzanares, etc)
Andrés de Cáceres
Andrés de Cáceres
Bueno comento un poco en general la actuacion del Juli unica figura resañable en esta feria del toro, sus actuaciones mas que dignas aunque un poco sobrevaloradas en mi opinion se deberia de haber ido con 3 peluas no con 5 pero el respetable avidos de conceder orejas y el cariño al diestro pues la cosa se desbordó casi comprensible pero que no dude nadie que 5 son muchas y el problema empezó en su primera actuacion que nunca deberian de haber sido 3 sino 2 y mas sabiendo que su actuacion no se merecio 2 en uno solo contando que iba a torear el 14 y que se iba a llevar un par asi que viendo lo previsible del tema lo veo desacertado
ResponderEliminarLo de Nuñez del Cuvillo fue lamentable espero que la casa de Misericordia tome nota y no vuelva a traer esta camada lo que se vio fue lamentable una pena en la FERIA DEL TORO
ResponderEliminarResultado de la Feria de San Fermín…, ni fu ni fa, absolutamente nada reseñable, en cuanto a los toros…, quizás me quede con la de Dolores Aguirre.
ResponderEliminarLo del tendido de sol, sinceramente no tienen la culpa en absoluto ellos, de que toquen cuando no deben y formen el lio que forman cuando no deben…, habría que echar la culpa a los responsables que después de 12 ó 14 años no les han dado a las juntas de las peñas un toque como el que les han dado ahora, y si en algo tienen la culpa las peñas son las juntas directivas por no hacer conciencia y cultura de lo que es una corrida, porque en mi época de peñero Jaranero, veíamos toros y nuestras juergas eran entre toro y toro y si alguien se salía de la norma nosotros mismos llamábamos al orden y les puedo asegurar que muchos de los que empezamos y estábamos en sol ahora estamos en sombra pero ahora de los muchos de los que están en sol no terminaran en sombra porque no les gustan los toros, les gusta el lio y si se les permite coger abonos para desarrollarlo en el tendido solanero…, ole por ellos!!.
Tengo en tendido que el silencio de las peñas en el primer toro no se debe a lo que argumentas, sino que pretendia ser un gesto solidario con las mujeres que han sido atacadas y vejadas durante las Fiestas.
ResponderEliminarTambién es cierto eso. Ambas situaciones estaban presentes. El tema de la música que reclaman dese hace tiempo a la MECA que hay que pararlo, lo cierto es que hay hasta 6 reuniones al año sobre el tema. El tema de las agresiones ha estado presente en pancartas, y las peñas se han implicado en el tema, con acierto. Pero, sigo pensando que nos falta un poco de imaginación según lo que pase en el ruedo.
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