lunes, 24 de enero de 2011

Hermoso de Mendoza habló

Veníamos días atrás comentando la polémica de Ventura, de Salgueiro, y la respuesta de Ventura diciendo que la culpa recaía nuevamente sobre Hermoso de Mendoza por no querer abrir plaza. A esta polémica ingrata para el estellés un portal taurino aprovechó su debut en Bogotá para intentar tirarle de la lengua a lo que Pablo no picó, simplemente comentó algo que ya es viejo tema, repetido en varias ocasiones y que sin embargo dicho portal taurino colocó como si fuera un gran titular. El centauro navarro venía a comentar entre párrafos sobre sus sensaciones de torear en la Santamaría capitalina, sobre su cuadra estrella desplazada para el doble evento y otras frases más que la polémica al único que beneficiaba era a Ventura y se calló, no dijo más.
¡Y ahí está el meollo de la cuestión! Ya lo comenté hace días: la polémica es buena para que se hable, se oiga, se comente, pero el beneficio está claro que es para quien da la rabieta chiquillera que lo hace para llamar la atención, porque quiere un chupa chus y papá le dice ¡que no!, ¡que es hora de comer! y el enrabietado que piensa que todo está en su contra hasta papá, y que el otro día ya se lo diste a mi hermano mayor y que por qué a mí no. Al final, la culpa del hermano mayor.
Hermoso de Mendoza no dijo apenas más, ya os digo, sólo un portal lo puso como titular, porque el maestro navarro contestó en la plaza, donde le gusta y el resultado no pudo ser más óptimo. Lleno increíble en la plaza, expectación máxima, primero Bolívar y Cayetano y en tercer lugar el esperado caballero. Alguno pensará que la plaza la llenaron entre los tres, pero la verdad es que Bolívar, aunque figura nacional no lo había hecho y Cayetano, aunque sea conocido por anuncios y demás historias familiares por allá, su toreo no está a la altura de tanto deseo. Y así las crónicas nos hablan de unpúblico esperando a la ejecución del arte de Marialva, cuya máxima expresión histórica estaba a punto de darles una tarde inolvidable. ¡Cuatro orejas y rabo! ¡Cincuenta años sin que se otorgara un rabo como premio! Y este fin de semana a repetir, que aunque vaya solo, verán si se llena la plaza. Otro sitio conquistado, otro sitio domeñado, otro lugar donde tiene Ventura para quejarse de que a él no le han puesto en esas condiciones. Lo digo porque se quejó de que Hermoso de Mendoza le cerraba las puertas en México y la verdad es que va a lidiar más festejos que nadie en ese país esta temporada, muy por encima de todos, así que polémica zanjada, que Hermoso de Mendoza habló, parco en palabras, habitual en él, y extenso, espléndido, majestuoso a caballo como sólo la máxima figura de la historia puede hacer.

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