Tras este fin de semana en que el Canal plus toros ha hecho un esfuerzo por ir a Nimes, hay varias cosas a decir. Si han ido es porque a Nimes todo el mundo quiere ir. Porque Simón Casas se lo ha puesto a huevo. Porque las combinaciones del sábado y domingo por la tarde tenían algo que decir diferente para todos los aficionados.
Es de agradecer al equipo de cámaras que hayan reflejado bastante bien lo sucedido, pero creo que han magnificado una plaza, cuya verdadera magnificencia llega al año de su construcción y lo que significó esos tiempos de Roma, allá por el S.I D.C. La localidad de Nimes sita en la Occitania, el País de Oc, la región de Languedoc (Lengua de Oc), tiene sobre 150.000 habitantes y mucha historia a parte de ser una bonita localidad con sus monumentos y su ambiente, gran ambiente. Pero Nimes (Nim, para los franceses, y Nimes para occitanos y españoles) no deja de ser un plaza muy torerista, donde tragan con el animal justito de todo por ver la faena estética de cualquier torero. Tiran por el arte, y últimamente con descaro por el paisanaje.
Entrar a la ciudad de Nimes y dirigirse a su centro, pasear por ella, una vez aparcado medianamente lejos del circo y sus arrabales, eso sí merece la pena el viaje. Llegarse a las tiendas, a las terrazas donde no hay problema alguno en hablar en castellano. Es más, les hablas en francés y te pillan que eres español, vasco, navarro y te responden en castellano. Y ya ponerse delante del circo es algo especial. Por fuera quizás me guste más el coliseo de Arles, pero el circo de Nimes tiene su qué. Entrar al punto de la mañana, antes de que empiece el festejo, simplemente de visita, es oler a añejo, admirar como tras el paso del tiempo esos arcos romanos se mantienen en pie, y viendo el graderío instalado, acojona el sentir la fragilidad que tiene el entramado sobre la sobriedad de una construcción con casi dos mil años de antigüedad, a la cual se le sigue dando una utilidad. Y ya si la utilidad es para la gloria del dios Uro,es cuando genuflexos caemos todos en la adoración del lugar.
Hasta ahí todo bien, pero he escuchado este fin de semana que Nimes era el centro de la tauromaquia en Francia, que Nimes era la principal, que Nimes es.... Nimes es la capital del departamento de Gard y poco más. Francia es más diversa que España. Con sus 170 plazas, no todas usadas para la course espagnole, se viven diferentes tauromaquias, la mayoría las dos locales, como ya sabemos todos, una en oriente y otra en occidente. Ambas al sur del estado galo. Y la verdad de Nimes es que las ferias, su formación, son una invención de Simón Domb "Casas". El se ha inventado lo de Nimes plaza de primera, ya que eso le habría las puertas a la gestión de posibles plazas de primera españolas. El se inventó la confirmación de alternativa, ya que Madrid estaba en España, Insurgentes en Mexico y ellos no podían ser menos. Pero, lo que mejor ha realizado siempre Casas es la venta del invento. Trenes y trenes que llegan de París, que con un noche ven tres festejos, visitan el museo, viven sus copitas de fino, su flamenco, pasacalles con el paquito chocolatero, y sol. Porque en Nimes se ve un sol, el de la Côte D´Azur y como si la playa estuviere en la ciudad. Y claro, que viviendo en un lugar tan gris como París, con trescientos días nublados, la gente llega a Pentecostés y, luego a la Vendimia, ven el sol, el espectáculo que les presentan, y como buenos franceses intentan aprender y saber todo de eso para entender lo que han visto, y si les gusta, lo que seguirán, siempre, viendo. ¡Eso es Nimes! Pero, ¡ojo! si caemos en la creencia de que, lo que hemos visto este fin de semana en el plus toros, es la Francia taurina vamos dados todos. No se lo crean, que a parte de que en Francia se hacen muchas cosas mal, no sólo aquí, Nimes es uno de los sitios de tauromaquia en Francia, Y nada más. Eso, sí. Si preguntas a un mayoral dónde le tratan mejor en el mundo de los toros, la respuesta será Nimes. Y que esta ciudad se ha buscado bien la vida para hacer de la fiesta de los toros, un reclamo turístico, y cuidan a todo el personal como en ningún sitio. Y hasta el pañuelo rojo llevan. ¿De dónde habrá sacado tanta influencia?
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