Como ya dijimos algo del inicio, me gustaría comentar unas cosas desde la novillada a hoy.
En primer lugar, lo 'siesa' que se pone la gente cuando algo parece que no le va, y lo digo por los comentarios que vierten la tríada que charla en tertulias y retransmisiones, conocidos de sobra por todos. Yo, que tengo muchas carencias de conocimientos, cuando voy a retransmitir un festejo que preocupo por saber de dónde surgen las cosas, investigo, hablo con los conocedores, con los ganaderos, leo los libros pero soy incapaz de ir a una retransmisión sin saber lo que sale por el oscuro pasillo. Pero, al ser "maestros", puedes llegar a la novillada y preguntar desde la punta central del tridente, "y esto ¿qué es?", y una de las magisteriales puntas saltarte aquello de: "esto viene de jandilla y fuenteymbro", para luego continuar, "es que uno de los ganaderos está casado con una hija de Borja Domecq y por eso tiene eso", dicho cuasi despectivamente. Y se quedan tan panchos.
Y es que debe ser
El día de Alcurrucén, empezó la punta de la tríada a comentar, para el segundo toro, que esto parecía otra cosa, después de haber dicho que lo de victoriano y de jandilla les había defraudado. Y se le fue viendo el plumero de estómago agradecido, o de amistad, será, con los Lozano pero hubo momentos que no se pudo mantener, y ahí la punta trianera del tridente marcó el terreno, dijo que estaba sin raza, y ya aquello no lo pudo mantener ni la punta albaceteña (más colaboradora e imantada hacia la larga central) y ni la larga mandona que tuvo que agachar el bigote, a parte que desde el pasado año parece que pega a todo lo que hasta ahora había
Y ayer, con el ganadero delante y que le da espectáculo ya no pudo. Y es que Ricardo Gallardo irradia seguridad y certeza, dentro de ese punto mandón y soberbio, que encandila, sobretodo a los aficionados. Habla con la prensa y les descubre sus carencias, habla con los toreros y les dicta las formas a manejar sus toros, habla con el público y les deja enbobados con sus ocurrencias y su interesante, y la vez hosco, verbo, habla con el aficionado y se muestra como es, un aficionado más, loco, enfermo, con dinero, que le ha posibilitado entrar en esta hermosa locura. Y por eso, si el dicho que los animales se parecen a sus amos es cierto, sus toros tienen que ser picantes por pelotas. Ayer todo fueron parabienes, y con las mini entrevistas de David al ganadero, los toros aún eran mejor de lo que les parecía antes a los locutores. Esa sana costumbre que el ganadero tiene de decir un punto más de los toros que menos han parecido y que no le rebate nadie. Es listo, inteligente, y sobretodo un magnífico aficionado que está haciendo tan bien las cosas, que muchos ganaderos de su misma estirpe (será por envidia, imagino) y mucho mal encarado está deseando que se vaya pegando estrelladas para que no se le suban los humos. Y la verdad, a este ya no se le van a subir más. Consiguió lo que quería, y ahora sigue ganando apuestas y retos. Y te guste o no hay que reconocerlo. Y no digo que a mí no me gustara la corrida. Mucho más los toros que los toreros, pero en mí suele ser lo habitual e igual no le doy el mérito que parece hoy ensalza la prensa. Igual es por lo poco que se ha visto hasta ahora, o porque pienso la de veces que he visto mejores cosas de esta casa. Sea como sea sigue estando a la altura de su alto listón y es para seguir esperando esta ganadería.
En fin, fallos y malas follas que uno va viendo estos primeros días de canal plus toros, que no todo debe ser bueno, y las que quedan, que para eso tenemos el año pagado.
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