viernes, 4 de marzo de 2011

LAS ENCUESTAS PRECISAS

Las encuestas...¡qué terribles verdades! Porque, lo que dicen las encuestas son verdad ¿no? Al menos, creo que hay que pensar que deben serlo, aunque fuere únicamente por el dato inequívoco de que vivimos por y para ellas. ¿Alguien no ha tenido que atender a algún tipo de encuestas? Sinceramente, hoy en día si ya tienes un móvil, has tenido que responder a varias de ellas, así que prácticamente casi en cien por cien de los urbanitas y aledaños vivimos rodeados de ellas. Ejemplos por docenas.
Pero, la pregunta del millón, ¿se dice la verdad en las mismas o mentimos intentando despistar o ser políticamente correctos? Sea como fuere, siempre serán indicios de una posible verdad.
Dicho esto y metiéndonos en el meollo que nos cita en este blog, vamos al fin que un menda persigue en estas cuestiones, quiero referime a la última encuesta del portal taurino burladero.com sobre la ganadería que elegiríamos para lidiar si tuviesemos ocasión de llegar a coletudos, y el resultado es para temblar.
Partiendo del respeto que me merecen las tres casas citadas, por cierto, recién visitadas por este que suscribe, la opinión del público votante en el ofertante encuestatorio deja con el culo al aire a todos aquellos que se meten con el monoencaste, a aquellos que piensan que el toro debe ser otra cosa de la actual, a los que imaginan un mundo taurino donde prime el producto y no el fugaz interpretador, y así seguiría lapidando el diccionario castellano con múltiples frases, bien banales o significativas. ¡Vamos! ¡En román paladino! El público votador ha elegido a Núñez del Cuvillo, por delante de El Pilar y Victoriano del Río si fuesen matadores como la ganadería a varear. ¡Coño! Y a uno se le hacen churubitas, ve miniestrellas migrañosas, cuando es el aficionado, el que se mete en un portal taurino lo debe ser, imagino, el que está dando caña contra ese tipo de ganado, el que se queja de la falta de variedad de encastes, el que clama al cielo por los derroteros en los que estamos metidos, ¡ese tipo!, ¡ese gran entendedor! el que le da a la tecla y vota a esas ganaderías como las ideales.
Si eso hacen los aficionados, siéntense y piense qué no dicen, quieren y hacen, los que pueden, los profesionales.
Mourinho habla de la verdad como si su boca fuese el oráculo divino y llama hipócritas a quien no piense como él. Y nosotros, dando caña a ese tipo de ganaderías a todas horas, insultándoles como si fueran las responsables de todo los males y resulta que haríamos quinientos kilómetros para ver a Morante, que sólo torea cuando sale la tonta del bote, la chochona a su medida (y la verdad, ¡cómo torea!) y si fuesemos toreros quisiéramos torear 'cuvillos'.
Lo dicho, para muestra un botón y que nuestro dios Uro nos pille a todos bien meados.

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